El primer ministro turco reconoció que hubo fallos al distribuir la ayuda, lo que provocó tensiones

La cifra de víctimas del seísmo de Turquía asciende ya a 471

Dos hombres están junto a los escombros de un edificio, donde trabajan los equipos de rescate. (Foto: TOLGA BOZOGLU)
Las autoridades turcas confirmaron ayer que la cifra de víctimas del seísmo del domingo pasado en la provincia de Van asciende a 471 muertos y 1.650 heridos, mientras las condiciones meteorológicas empeoran.
Las previsiones para la noche de ayer auguraron precipitaciones de aguanieve y temperaturas cercanas a los cero grados centígrados, que bajarán aún más los próximos días. A pesar de ello, continúan sin descanso los trabajos de búsqueda de supervivientes entre las ruinas de Van, Ercis y otros pueblos de la zona. Ayer Gözde Bahar, una profesora de 27 años, fue rescatada de entre los escombros 66 horas después de quedar atrapada, así como Mahir Arli, un bebé de 8 meses que sobrevivió escondido en un cajón.

El pequeño quedó separado de su familia cuando su casa 'se partió en dos', explicó Sevilay, la madre, en declaraciones a la cadena NTV, pero de algún modo logró gatear hasta un armario y esconderse en un cajón, protegiéndose de los cascotes hasta que fue rescatado.

Por otro lado, el primer ministro turco, Recep Tayyip Erdogan, reconoció que hubo 'fallos' en la distribución de la ayuda, lo que provocó tensión, especialmente por la falta de tiendas de campaña para resguardar de las frías temperaturas a los supervivientes. 'Hubo fallos en la distribución de las tiendas de campaña en las primeras 24 horas. Lo reconocemos. En circunstancias similares, estas cosas pueden pasar en todo el mundo', declaró Erdogan.

De hecho, la Media Luna Roja informó ayer de que 17 camiones con asistencia fueron saqueados por los ciudadanos, que no esperaron a que los encargados comenzasen a repartir la ayuda.'El problema principal es la falta de coordinación', afirmó un periodista local.

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