Concluyen las autopsias de los 360 muertos en incendio de cárcel de Honduras

La autopsia de las 360 víctimas del incendio el martes de la semana pasada en una cárcel hondureña ha concluido y ahora los forenses se centran en la identificación de los cuerpos, que en muchos casos se hará a través de pruebas de ADN, ha informado hoy una fuente oficial.
La necropsia de los cuerpos, a cargo de una veintena de forenses de Honduras, Chile, Perú, El Salvador, Guatemala y México, terminó anoche, según ha informado hoy el Ministerio Público en un comunicado.

El fiscal general del Estado, Luis Rubí, ha felicitado al equipos de expertos porque el 'esfuerzo' realizado 'es uno de los mayores logros que en el área de Medicina Forense quedará registrado en el Ministerio Público' del país centroamericano.

'El total de víctimas ascendió a 360 con el último deceso registrado en el Hospital Escuela, del grupo de privados de libertad (diez) que fue atendido en ese centro', señala el comunicado oficial.

El incendio en la Granja Penal de Comayagua, a unos 80 kilómetros de Tegucigalpa, se produjo entre la medianoche del 14 de febrero y la madrugada del día 15 por causas accidentales, según el informe oficial de la investigación realizada por el Ministerio Público hondureño y un equipo de expertos de Estados Unidos.

Al momento del siniestro la cárcel se encontraban 852 internos, de los cuales 352 fallecieron en el lugar, además de una mujer que se encontraba en el lugar visitando a su marido.

Otros siete presos que fueron hospitalizados en Tegucigalpa han muerto, mientras que tres permanecen en situación 'estable pero crítica', según explicó ayer el médico del Hospital Escuela Manuel Boquín.

Este miércoles 'se entregará un mayor número de cuerpos' a sus familiares y la Unidad de Identificación Forense ha sido reforzada con más especialistas por lo que se 'ha avanzado en el esfuerzo de identificación', según la nota del Ministerio Público.

Según ese documento, ya se han identificado unos 80 cadáveres, de los que 35 ya fueron entregados a parientes.

Centenares de familiares esperan angustiados a pocos metros de la morgue del Ministerio Público la entrega de los cuerpos, en medio de un ambiente de dolor y de quejas por lo consideran un proceso muy lento de identificación.

Las autoridades han advertido que alrededor del 50 por ciento de los fallecidos presentan un alto grado de calcinación, por lo que en muchos casos se recurrirá a pruebas de ADN para su identificación, algo que ralentizará el proceso.

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