Coulson está acusado de perjurio en relación con su posible falso testimonio en un caso separado del de las escuchas
El periodista británico Andy Coulson, exjefe de prensa del primer ministro, David Cameron, y condenado a 18 meses de cárcel por el caso de las escuchas en la prensa, afronta otro juicio por perjurio en Escocia, confirmó hoy la Fiscalía de la región.
El fiscal confirmó que el exdirector del ya clausurado "News of the world", de 46 años, deberá comparecer ante el Tribunal Superior de Glasgow el próximo 6 de agosto.
Coulson está acusado de perjurio en relación con su posible falso testimonio en un caso separado del de las escuchas, en el que resultó condenado el político de izquierdas escocés Tommy Sheridan, que había acusado de difamación al "News of the world".
A la luz del escándalo de las escuchas, que llevó al cierre de ese rotativo en julio de 2011, el tribunal escocés decidió revisar el proceso de Sheridan y en 2012 imputó a Coulson por perjurio en su declaración contra el político en 2010.
El pasado 4 de julio, Coulson fue condenado a 18 meses de prisión por el caso de las escuchas efectuadas en el "News of the world", que dirigió entre 2003 y 2007.
Coulson dimitió como director de comunicaciones de Cameron en enero de 2011 a raíz de las investigaciones de la Policía sobre esas grabaciones de buzones de voz de teléfonos de famosos y gente corriente para obtener exclusivas informativas.
Además de Coulson, fueron condenadas otras cuatro personas que admitieron en su día haber conspirado para realizar las escuchas de teléfonos, pero en cambio fueron absueltos, entre otros, la exdirectora del "News of the world" Rebekah Brooks y su esposo Charlie, ambos también del círculo de amigos de Cameron.
El exjefe de prensa del primer ministro afronta además un nuevo juicio por un cargo relacionado con las escuchas que quedó pendiente al no hallar un veredicto unánime el jurado.
En concreto, el periodista será juzgado, en una fecha todavía por determinar, por el supuesto soborno a un policía para obtener los teléfonos de miembros de la familia real.
El caso de las escuchas, que estalló en 2011 aunque hubo indicios antes, causó una gran conmoción en el Reino Unido y salpicó tanto a periodistas como a políticos y a la Policía.
