La detención de 4 espías dispara la tensión entre Rusia y Georgia

La detención de cuatro presuntos espías rusos en Georgia disparó ayer de nuevo la tensión entre Tiflis y Moscú, que acusó a los dirigentes georgianos de 'paranoia antirrusa'. Los servicios de contraespionaje georgianos anunciaron la detención de trece personas, entre ellas cuatro ciudadanos rusos, por espiar a favor de Rusia, país con el que Georgia rompió relaciones en agosto de 2008 tras la guerra en Osetia del Sur.
Entre los rusos detenidos está Yuri Skrílnikov, descrito por Otar Ordzhonikidze, subjefe del contraespionaje georgiano, como 'agente de contacto' del Servicio de Inteligencia Militar de Rusia en este país caucásico.

Skrílnikov, un antiguo oficial soviético, habría entrado en contacto con espías rusos, que le habrían proporcionado equipos especiales y programas informáticos para el envío de información secreta codificada.

Los otros ciudadanos rusos detenidos serían dos directivos de la filial georgiana de la compañía rusa 'Seibolt' y un hombre de negocios.

Por su parte, Rusia tachó de 'provocación' la detención de los supuestos espías rusos, que vinculó con la 'paranoia antirrusa' que guía al presidente georgiano, Mijaíl Saakashvili, principal aliado de Estados Unidos en el Cáucaso.

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