Los ecologistas paran un tren nuclear al entrar en Alemania

El polémico convoy con residuos radiactivos topó ayer con bloqueos al entrar en Alemania desde Francia en su camino hacia el depósito nuclear de Gorleben (norte del país), a pesar de las fuertes medidas de seguridad y el gran secretismo.
Los activistas, que protagonizan una de las mayores protestas antinucleares de los últimos años, se distribuyeron por las distintas rutas alternativas del tren y lograron desviarlo una vez de su ruta original y detenerlo al menos en otra ocasión desde que abandonó territorio galo.

El convoy, con 123 toneladas de residuos altamente radiactivos vitrificados en once contenedores especiales 'Castor', cruzó la frontera franco-alemana poco antes de las dos de la tarde (13.00 GMT), con dos horas de retraso y por una ruta alternativa para evitar las protestas.

En lugar de adentrarse en territorio germano por Berg (suroeste del país), donde cerca de mil activistas habían tomado las vías, el tren se dirigió a la localidad de Kehl, unos 60 kilómetros más al sur, donde dos manifestantes colgados de un puente lograron detenerlo momentáneamente.

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