Una empresa de espionaje financió al amigo del ministro británico de Defensa

Una empresa de espionaje corporativo y un fondo de inversión inmobiliaria con conexiones sionistas están entre las compañías que financiaron las actividades de Adam Werritty, el amigo del ministro de Defensa británico, Liam Fox, que se hacía pasar por su asesor, según revela hoy 'The Times'.

Tras conocerse esta semana que Werritty, que fue compañero de piso de Fox y su padrino de bodas, había recibido dinero de simpatizantes del Partido Conservador, el periódico revela hoy las empresas que también le hicieron 'donativos' a través de una supuesta organización de beneficencia.

El rotativo ha tenido acceso a documentos de esa entidad, Pargav Ltd, fundada por Werritty, que registran los ingresos de diferentes compañías ligados a los viajes que el amigo de Fox hizo con éste a diferentes partes del mundo, como Sri Lanka o Dubai.

Werritty y Fox están siendo investigados por el Gobierno después de que se supiera que el primero, que no tiene ningún cargo oficial, había acompañado al ministro en 18 de sus viajes oficiales a otros países -para estrechar lazos con jefes de Estado o asistir a citas de defensa- haciéndose pasar por su asesor.

Según explica 'The Times', Werritty tuvo en el último año un estilo de vida por todo lo alto financiado a través de los fondos de al menos 147.000 libras (167.000 euros) ingresados en esa organización 'sin ánimo de lucro'.

Además, apunta el periódico, otras 50.000 libras se ingresaron en otras dos empresas vinculadas al joven, de 33 años.

Entre las firmas que aportaron capital están G3 Good Governance Group, que según el rotativo se dedica al espionaje empresarial para inversores y al asesoramiento estratégico, y la inmobiliaria Tamares Real Estate, propiedad de Poju Zabludowicz, presidente de BICOM, un grupo de presión israelí.

También aportó fondos, entre otros, el empresario Jon Moulton, interesado en fomentar la alianza con Estados Unidos.

Paralelamente, 'The Daily Telegraph' revela hoy que Fox y Werritty asistieron el año pasado a una cena en Washington con altos cargos del sector de la defensa, a razón de 500 dólares por cabeza, que no fue declarada por el Ministerio de Defensa.

El primer ministro, David Cameron, reconoció que su correligionario ha cometido 'graves errores' pero indicó que no decidirá sobre su futuro hasta que reciba un informe interno sobre el caso el 21 de octubre.

Te puede interesar