Bahige Mulla Huech es uno de los doce candidatos a la elección que tendrá lugar en Estambul

Un español aspira a presidir el Gobierno de la oposición siria

Opositores sirios, el pasado viernes en una manifestación en Alepo. (Foto: MAYSUN)
El español de origen sirio Bahige Mulla Huech es uno de los doce candidatos a presidir el Gobierno de transición, que la oposición siria tiene previsto elegir en los próximos días en Estambul (Turquía), desde el que le gustaría defender un Estado civil no religioso. Nacionalizado español y residente en España desde hace más de 45 años, este médico de 65 años, nacido en la provincia de Deir al Zur, en el noreste de Siria, explica que no sabe quiénes le han propuesto para el cargo, aunque tiene una dilatada experiencia como activista opositor y es presidente del Partido del Consenso y Desarrollo.
'Si fuera elegido lo primero que haría sería formar un gobierno con cinco ministerios: uno del Interior, otro de Relaciones Internacionales, uno de Educación y otro de Sanidad. Además, habría un ministerio de la Resistencia, y no de Defensa', adelantó Mulla. Desde Dubai, donde actualmente visita a una hija que trabaja allí, dice que le llamaron el domingo de la Coalición Nacional Siria (CNFROS) para pedirle que mandara su programa político o viajara a Estambul porque estaba entre los aspirantes, aunque él tiene billete para volar a Madrid el miércoles.

Mulla recuerda, en un español impecable, que viajó a España cuando tenía 18 años para estudiar medicina en la Universidad de Granada. Poco después, se especializó en Medicina Interna en la Universidad Complutense de Madrid y trabajó en varios hospitales como el Gregorio Marañón.


MUSULMÁN SUNÍ

En los últimos 15 años, se ha dedicado a escribir y a dar conferencias en España y en el extranjero, como en algunos países de Latinoamérica, sobre las relaciones internacionales y la situación en Siria. Casado con una siria y con dos hijos y dos hijas, todos ellos con nacionalidad española, este musulmán suní lleva desde hace cuatro décadas vinculado a la oposición, pese a encontrarse en España, por lo que no ha podido regresar a su país desde entonces.

Gran parte de su familia sigue en Deir Zur, aunque prefiere no singularizar, porque 'al igual que el resto de sirios tienen que esconderse y están perseguidos'. Desde su partido, aboga por un Estado civil no religioso en Siria basado en la libertad y la democracia participativa más que representativa: 'No tenemos una ideología determinada. Es un partido de programas, queremos que en el futuro Siria tenga relaciones pacíficas con el resto de países', detalla.

En su opinión, en el interior de Siria, la oposición debe trabajar para dirigir la situación con vistas a que el pueblo piense democráticamente, acepte una democracia real y no haya militarismo en el futuro. En el exterior, debería organizarse un diálogo con el mundo, en el que, 'por supuesto, España tendría una situación privilegiada por mi vínculo con ella'.

Defiende entablar negociaciones con el régimen porque 'cualquier movimiento de resistencia termina en diálogo', aunque bajo unas condiciones determinadas, como la designación de un interlocutor válido aceptado por el pueblo. Eso sí, 'los criminales deben ir a la cárcel, solo estoy dispuesto a dialogar con quienes no hayan cometido crímenes', matizó.

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