ECONOMÍA

Grecia debería salir de la zona del euro y controlar capitales

El presidente del Instituto de Investigación Económica alemán (IFO), Hans-Werner Sinn, está convencido de que, si hubieran salido de la zona del euro cuando empezó la crisis, "estarían en una situación mejor"

El presidente del Instituto de Investigación Económica alemán (IFO), Hans-Werner Sinn, recomienda a Grecia salir de la zona del euro y aplicar controles a la circulación de capital para evitar fugas de depósitos, según dijo a Efe en una entrevista.

"La línea actual de dar créditos y seguir en el euro no ha funcionado. Hace cinco años, tuvimos la discusión de la salida de Grecia del euro y desde entonces los créditos públicos que ha recibido Grecia han subido desde 50.000 hasta 250.000 millones de euros y el desempleo se ha duplicado", recordó.

El ministro de Finanzas griego, "Yanis Varufakis, ha constatado con razón que este curso no funciona", consideró Sinn, autor del libro "La trampa del euro" ("The euro trap", 2104).

Sinn está convencido de que, si Grecia hubiera salido de la zona del euro hace cinco años, cuando empezó la crisis, "estaría ahora en una situación mejor".

Grecia ha recibido 240.000 millones de euros en dos programas de rescate de la UE, su Banco Central (BCE) y el Fondo Monetario Internacional (FMI), pero su deuda -cifrada en 317.000 millones a fines de 2014- ha aumentado hasta el 185 % de su PIB.

"Si vuelven al dracma y efectúan una devaluación, su economía florecerá de nuevo. Tras dos o tres años, la economía comienza", razonó el responsable del IFO, un instituto que elabora el índice de confianza empresarial en Alemania.

Sinn "vincularía la salida (de la moneda común europea) con una opción de reingreso. Una vez que Grecia haya encontrado su equilibrio con su nuevo tipo de cambio, que se reintegre con ese tipo de cambio al euro".

Asimismo, opinó que Grecia "podría mantener jurídicamente la pertenencia al Eurosistema".

"Lo que tenemos en Grecia ahora es una catástrofe, un desempleo masivo que ya no se puede dominar y que ha llevado a una radicalización política. La catástrofe se ha producido en el euro y no fuera del euro", puntualizó Sinn.

Que esa "radicalización" se produzca en otros países de Europa "es un peligro latente y por ello es importante que las reformas necesarias para permanecer en la zona del euro sean aceptadas con conocimiento a fondo", según el economista alemán.

"Son reformas en el mercado laboral que producen una flexibilización salarial porque el problema de algunos países es que se han vuelto muy caros por el auge del crédito inflacionario que desencadenó el euro. Ahora que ya no reciben créditos externos para financiar el déficit, deben reducir su nivel de precios para recuperar su competitividad, lo que les permitirá generar ingresos", dijo Sinn.

"Necesitamos programas de ayuda como los que ya tenemos, una política de austeridad con reformas, pero que no puede ser demasiado dura porque entonces se extiende en exceso la capacidad de sufrimiento de la población", según Sinn.

El presidente del IFO sugirió: "debemos permitir que un país pueda salir del euro y, en vez de demonizar la salida, deberíamos definir un camino ordenado para ese tipo de salida".

Sinn opinó también sobre la deuda griega y las intenciones del nuevo Gobierno de conseguir una quita, que rechazan sus socios europeos.

"Una quita es necesaria para un país que no puede devolver sus deudas. Si está en quiebra, está en quiebra. Pero después de la quita necesitará recuperar su competitividad, hay que establecer la competitividad y no sólo mediante la salida (del euro) y la depreciación del dracma", explicó.

Grecia tiene un 135 % del PIB en créditos públicos de otros países y sus instituciones estatales, pero "no se ha impuesto una política de austeridad, sino que la austeridad fue impuesta por los mercados, que no estaban dispuestos a dar préstamos a Grecia o sólo a unos intereses extremadamente elevados", expuso.

Añadió que "los programas de ayuda han suavizado la austeridad que les hubiera impuesto el mercado de forma extrema, mediante estos enormes créditos públicos a intereses abaratados, y por eso no ha funcionado, porque si se da un país créditos, se reduce la presión de reformas".

Ahora, Sinn recomendó a Grecia que imponga controles para evitar una salida de capital de los bancos griegos, como ocurrió en Chipre, "porque los créditos de la provisión urgente de liquidez avivan de verdad la evasión de capital".

El BCE amplió ayer hasta 68.300 millones de euros la dotación de provisión urgente de liquidez para los bancos griegos.

Te puede interesar