El proceso contempla la convocatoria de nuevas elecciones para devolver la estabilidad a la región tras la toma de poder en Gaza

Hamás y Al Fatá firman un principio de reconciliación para poner fin a la lucha entre facciones

Los líderes de Hamas y Fata, Marzouk y Al-Ahmad tras el acuerdo.
El Movimiento de Resistencia Islámica (Hamás) y Al Fatá firmaron hoy en Yemen el principio de acuerdo de reconciliación por el que se comprometen a iniciar los pasos necesarios para devolver la estabilidad a los territorios palestinos siguiendo una iniciativa de paz que contempla la convocatoria de nuevas elecciones, un nuevo Gobierno de unidad palestino y la reforma y unificación de las fuerzas de seguridad.

‘Nosotros, representantes de Al Fatá y Hamás, acordamos que la iniciativa yemení supone un marco en el que se reanudará el diálogo entre los dos movimientos para conseguir que la situación palestina vuelva a lo que fue antes de los incidentes de Gaza’, indicó la declaración conjunta, conocida ya como la ‘Declaración de Sanᒠque reafirmó, además, ‘la unidad del pueblo, autoridad y territorio palestinos’.

Así, el ‘número 2’ del ala política de Hamás, Musa Abu Marzuk, y el representante de Al Fatá, Azzam Al Ahmed, entablaron la primera conversación en la capital yemení, Saná, desde que el presidente del país, Ali Abdulá Salé, presentara su oferta de mediación la semana pasada.

Las conversación se iniciaron la pasada semana a propuesta del presidente yemení, Ali Abdulá Salé, y sufrieron estancamientos varias veces. El presidente yemení presionó a ambas partes para que aceptaran mantener negociaciones directas a principios de abril, conforme al plan que pretende devolver a la Franja de Gaza a la situación previa a la toma de poder por parte de Hamás el pasado mes de junio.

El asunto del futuro de Gaza ha sido un punto importante de controversias, ya que Al Fatá pedía a Hamás que entregara el control del territorio. Un responsable de Hamás aseguró ayer que su movimiento pedía reciprocidad para estos gestos en Cisjordania, donde la Autoridad Palestina, controlada por Al Fatá, expulsó a los concejales de Hamás y detuvo a algunos de sus simpatizantes.

El plan yemení también contempla la celebración de elecciones, la creación de otro Gobierno de unidad y la reforma de las fuerzas de seguridad palestinas conforme a criterios nacionales y no partidistas.

Al Fatá aseguró que sólo aceptaría mantener conversaciones de reconciliación directas con Hamás si el movimiento se comprometía primero a renunciar al control de la Franja Gaza, donde viven unos 1,5 millones de palestinos.

A pesar de que persisten las diferencias entre ambos grupos, Ahmed indicó que el siguiente paso es establecer una fecha concreta para una nueva reunión en la que se discutirán los detalles de la puesta en marcha del acuerdo.

‘Es nuestro deseo que se ponga en marcha la iniciativa de paz yemení, de la que se nutrirá la unidad nacional palestina’, declaró Ahmed a los periodistas en la rueda de prensa posterior a la firma del acuerdo.

Según fuentes de Hamás, se espera que esta nueva ronda de encuentros tenga lugar a partir del 5 de abril en un lugar todavía por concretar, en Gaza o Cisjordania. no obstante, el embajador palestino en Yemen, Ahmad Deek, declaró que el mismo país árabe se ha ofrecido a hospedar el primer encuentro.

DUDAS Sin embargo, y a pesar de este anuncio, el camino a la reconciliación entre Hamás y Al Fatá será largo y complicado. En primer lugar, porque la intervención de Yemen no obedece son totalmente desinteresados: como mediador entre ambos grupos, el país ha recibido un importante espaldarazo como participante en la próxima Cumbre de países árabes que se celebrará el próximo sábado en Damasco.

Además, fuentes de Hamás han indicado al diario 'Haaretz' que ni los israelíes ni Estados Unidos permitirán que Abbas se embarque en un verdadero proyecto de reconciliación y diálogo basado en la unidad palestina.

En el caso de Estados Unidos, prueba de ello es que ni Abbas ni su invitado en Cisjordania, el vicepresidente estadounidense Dick Cheney, han mencionado el acuerdo en la rueda de prensa posterior a su reunión, en la que tuvieron constancia de la firma de la declaración. Es más, Cheney ha lanzado una indirecta a las milicias armadas de Hamás, al transmitir en la rueda de prensa posterior, ‘el rechazo y la condena estadounidense contra el lanzamiento de cohetes desde la Franja de Gaza contra las comunidades del sur de Israel’.

El mismo Abu Marzuk afirmó que ‘ambos lados acordamos que la iniciativa yemení servirá de marco para el diálogo, pero no existe acuerdo alguno en lo que a detalles se refieren’.

Horas después del acuerdo, Hamás y Al Fatá se enzarzaron en un malentendido sobre naturaleza del acuerdo. La oficina de Abbas consideró que para el éxito del pacto ‘la proposición yemení no debería ser interpretada sólo como un marco de diálogo, sino que es necesario que se aplique completamente’.

En respuesta, el portavoz de Hamás, Sami Abú Zuhri, declaró que ‘estos comentarios de Al Fatá parecen dar la impresión de que su firma no es más que un acto de gratitud hacia los yemeníes y reflejan la falta de interés de la presidencia de la AP en cualquier tipo de diálogo’.

Ayer, el propio Abú Zuhri expresaba su rechazo al regreso del ‘corrupto aparato de seguridad’ de Al Fatá a la Franja de Gaza, y cuestionaba la capacidad de Abbas para conseguir el éxito del diálogo’, según informó el Centro Palestino de Información (PIC), y criticó que la decisión de Abbas de entablar conversaciones con Israel y Estados Unidos, ‘lo que significa que cualquier decisión (respecto a las negociaciones de paz entre facciones) no es palestina, sino sionista-americana’.

Del mismo modo, el portavoz subrayó que Hamás ha aceptado la iniciativa yemení porque representa una opción fuerte, dado que ‘las conspiraciones que tengan lugar en contra de este proyecto están condenadas al fracaso’, según cita el PIC.

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