El huracán 'Isaac', que ayer pasó a convertirse de nuevo en tormenta tropical, prácticamente se detuvo al sureste de Nueva Orleans (Luisiana) y continúa ocasionando intensas lluvias, lo que amenaza con provocar aún más inundaciones en todo el área, una zona en la que ayer se cumplieron siete años del paso del devastador 'Katrina'.
El paso de 'Isaac', que es ya el cuarto reconocido de la temporada de huracanes del Atlántico, dejó sin electricidad a cerca de 654.000 usuarios en Arkansas, Luisiana, Misisipi y Alabama, y la principal preocupación de los meteorólogos y los funcionarios del estado es el daño que puede causar al permanecer más tiempo en la zona por su lento paso.
