El jefe de los golpistas de Mali dice que no quiere eternizarse en el poder

El capitán Amadu Haya Sanogo, jefe de los golpistas que han depuesto al presidente de Mali, Amadu Tumani Turé, afirmó hoy en una entrevista a Efe que no piensa eternizarse en el poder y que su misión es la de 'salvar a la nación'.

Idrissa DiakiteDurante la entrevista en exclusiva en el cuartel de Katti, cercano a Bamako, y donde comenzó la sublevación, el capitán Sanogo sostuvo que la ruptura constitucional era 'necesaria' y que su voluntad es la de entregar el poder a un gobierno formado 'después de realizar consultas con todas las fuerzas vivas del país'.

'No nos vamos a eternizar en el poder. Estamos aquí para llevar a cabo un cambio después de diez años de hundimiento de país', añadió.

Sanogo sostuvo que no había muchas posibilidades de diálogo con los dirigentes de Mali y que, por esta razón, 'los altos mandos del Ejército han optado por la vía de las armas'.

'Nos hemos asignado la misión de reformar el Estado porque todo va mal. No hay seguridad, el sistema de educación es deficiente y las condiciones de vida son extremadamente difíciles', se quejó el líder golpista.

El jefe del autoproclamado Comité Nacional para el restablecimiento de la Democracia y la restauración del Estado (CNRDRE, por sus siglas en francés) aseguró que fue la situación general del país lo que ha motivado la asonada y no 'la gestión de la crisis en el norte de Mali', escenario de la revuelta de los tuareg y zona de influencia de Al Qaeda.

El golpe era necesario para 'salvar la nación', reiteró el capitán Sanogo, quien se ha negado a hablar sobre la suerte del expresidente Toure y el lugar donde supuestamente está custodiado, aunque ha admitido que los ministros del anterior Ejecutivo 'están detenidos'.

Sanogo, que perpetró el golpe de estado el pasado miércoles, advirtió además de que la Justicia será la encargada de juzgar a 'quienes cometan o hayan cometido delitos' en el país subsahariano.

El dirigente militar se refirió a la situación en el norte de Malí, el teatro desde mediados de enero de una rebelión armada encabezada por los separatistas tuareg y el área de influencia de la organización terrorista Al Qaeda en el Magreb Islámico (AQMI).

Para Sanogo, 'la estabilidad' en esta parte del país es una de las prioridades que deberán encarar los nuevos líderes militares.

Los rebeldes tuareg, que integran el Movimiento Nacional para la Liberación de Azawad, reclaman la independencia de esta parte del país que tiene una extensión de unos 850.000 kilómetros cuadrados y aseguran que ya controlan el 70 por ciento del territorio.

'El problema del Norte es una de nuestras prioridades. Ahora hay un cambio y necesitamos a todos lo jugadores para entendernos', subrayó.

También dijo que los militares tienen sus 'estrategias para restaurar la paz y la estabilidad en esta región, porque nuestra principal preocupación es preservar la unidad de nuestro territorio' que, según subrayó, 'es indivisible'.

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