La operación de rescate de los nueve mineros atrapados en una mina en el sur de Perú terminó ayer con éxito en presencia del presidente Ollanta Humala y en medio de la expectación general de los peruanos, que la vieron en directo por televisión. Los mineros dejaron su encierro en aparente buen estado a pesar de permanecer atrapados desde el jueves pasado. Los rescatados tienen edades entre los 59 y los 23 años y se da la circunstancia que en el grupo hay dos hermanos, además de un padre y su hijo.
Tras el rescate, dos de los mineros afirmaron a la emisora Radio Programas del Perú (RPP) que vivieron un 'infierno' durante los días que permanecieron atrapados. Así, Edwin Bellido, de 34 años, relató que dentro del socavón tenían un área de unos 50 metros y que bailaban y corrían para pasar sus días. Era 'un lugar feo, de barro. Nos contábamos chistes y por la manguera preguntábamos a los de fuera qué día era', precisó.
Jesús Ccapatinta, 35 años, otro de los mineros rescatados, también señaló que dentro del socavón afrontaron 'un infierno y un calvario', aunque dijo que espera seguir trabajando en las minas, aunque con mayores medidas de seguridad.
Aunque el derrumbe se produjo el pasado jueves a mediodía, los trabajos profesionales de rescate comenzaron el sábado con la participación de expertos de grandes empresas mineras. Los especialistas tuvieron que construir un encofrado de madera en el acceso para evitar los constantes derrumbes que retrasaron el rescate.
La mina de cobre había sido abandonada en los años 90 pero su entrada no fue dinamitada como exige la ley y, desde entonces, en sus instalñaciones han estado trabajando los que en Perú se conocen como 'mineros informales'.
Jesús Ccapatinta, 35 años, otro de los mineros rescatados, también señaló que dentro del socavón afrontaron 'un infierno y un calvario', aunque dijo que espera seguir trabajando en las minas, aunque con mayores medidas de seguridad.
Aunque el derrumbe se produjo el pasado jueves a mediodía, los trabajos profesionales de rescate comenzaron el sábado con la participación de expertos de grandes empresas mineras. Los especialistas tuvieron que construir un encofrado de madera en el acceso para evitar los constantes derrumbes que retrasaron el rescate.
La mina de cobre había sido abandonada en los años 90 pero su entrada no fue dinamitada como exige la ley y, desde entonces, en sus instalñaciones han estado trabajando los que en Perú se conocen como 'mineros informales'.
