Pedro Sánchez lleva ante la ONU la situación que vive La Palma

 Abrazo entre Jens Stoltenberg y Pedro Sánchez.
photo_camera Abrazo entre Jens Stoltenberg y Pedro Sánchez.

El presidente del Gobierno español mantuvo una reunión con el secretario general de la OTAN

El presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, incluyó en su intervención ante la Asamblea General de la ONU una referencia a la situación que está viviendo la isla canaria de La Palma a consecuencia de la erupción volcánica que está sufriendo.  

Sánchez intervino a última hora de ayer ante la Asamblea de la ONU, de madrugada en España, y con ese motivo se desplazó a Nueva York aunque retrasó dos días su llegada para permanecer en la isla canaria siguiendo la evolución de los acontecimientos. En rueda de prensa en la que informó de las líneas generales de su intervención, avanzó que iniciará su discurso haciendo referencia a la situación que sigue viviendo la isla canaria. 

El jefe del Ejecutivo aprovechó para trasladar de nuevo su solidaridad a los afectados por la erupción y para reiterar su compromiso ante la emergencia y también para la reconstrucción y recuperación de la normalidad.

Resaltó igualmente la importancia de la unidad demostrada por todas las administraciones públicas ante este hecho y la solidaridad de los gobiernos autonómicos y de la Comisión Europea. Asimismo, tuvo palabras de agradecimiento para la comunidad científica ya que su trabajo dijo que ha permitido trabajar con anticipación.

En ese contexto, fuentes del Gobierno español informaron de que desde el día 11 de septiembre Sánchez recibía diariamente un informe sobre los movimientos sísmicos en la isla que precedieron a la erupción.

Sánchez ratificó que tras su discurso ante la Asamblea de la ONU volverá a la isla canaria para acompañar a los reyes en la visita que van a realizar y avanzó que su intención es regresar a Madrid el viernes.

CUMBRE DE LA OTAN

La primera actividad de Pedro Sánchez en Nueva York fue una reunión en la residencia del representante permanente de España en la ONU con el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg. Un encuentro para abordar entre otros asuntos la preparación de la cumbre de la Alianza Atlántica que albergará España el próximo año. También tuvo la posibilidad de intercambiar puntos de vista sobre la crisis entre dos destacados socios de la OTAN, Estados Unidos y Francia, a cuenta de un acuerdo entre la administración de Joe Biden con Australia y Reino Unido conocido como AUKUS, que frustró un millonario contrato de venta de submarinos franceses a Camberra. Sánchez quiso dejar claro que España considera tanto a Francia como a EEUU “dos aliados históricos y pilares de la OTAN”, y va a trabajar para que solucionen su disputa y reconstruyan su relación.

Pandemia y democracia centran el discurso de los latinoamericanos

La pandemia del coronavirus, la golpeada democracia en la región y los esfuerzos comunes para contrarrestar la cada vez más preocupante crisis climática centraron los discursos, algunos más polémicos que otros, de los siete líderes latinoamericanos que intervinieron en el comienzo de la Asamblea General de la ONU.

 Como es ya una tradición, el primero en hablar tras el secretario general de la ONU, Antonio Guterres, fue el presidente de Brasil. El controvertido presidente Jair Bolsonaro, que entró en EEUU sin estar vacunado contra el covid-19, se mostró ante la Asamblea contrario al “pasaporte sanitario” y defendió sus habituales argumentos sobre la pandemia. 

El chileno Sebastián Piñera lamentó que la vacunación sea tan desigual en todo el mundo. En el plazo político lamentó que la región esté inmersa en “el virus del populismo” ya que las democracias experimentaron un “proceso de progresivo deterioro”,

La democracia, amenazada en los últimos años en la región, fue otro de los ejes de las intervenciones latinoamericanas en la ONU. “El fin de la dictadura es el único camino viable para el bienestar del pueblo venezolano y debe ser el propósito de la acción internacional”, indicó el presidente colombiano, Iván Duque, sobre el diálogo en México entre el Gobierno de Maduro y la oposición venezolana. Otra denuncia en ese sentido la hizo el mandatario costarricense, Carlos Alvarado, quien enfatizó en su “profunda preocupación por la situación de derechos humanos en Nicaragua”.

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