Hay carteles a los que no les hacemos caso

Está demostrado que solamente respetamos aquellas señales en las que sabemos que la infracción, si nos pillan, nos va a salir muy cara, como es el caso del tráfico.
Pero que venga un ayuntamiento, en este caso el de O Barco, y nos ponga un cartelito en el que se prohíbe pasear al perrito, pues... que nos da igual y no les hacemos caso. El caso es que el chucho no tiene culpa, él hace sus necesidades donde más a gusto se encuentra que, casualmente, siempre es el jardín. Habrá que hacer jardines, o 'recunchos' para perros. A todo se llegará, ya verán.

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