Desolador es el paisaje que, al día siguiente, se observa en la Alameda de Ourense, después de que durante la noche y madrugada anterior fuera escenario de un botellón, al que asisten, en su gran mayoría, menores de edad. Si grave es no controlar la asistencia de menores a una actividad en la que se consume gran cantidad de alcohol, también lo es dejar hasta bien entrado el día que la basura campe a sus anchas por el recinto, pues hay personas que a esas horas desean pasear por el lugar y les molesta andar entre montones de basura.
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Raúl Añel
15/feb./16 - 11:43
Actualizado:
15/feb./16 - 11:45
15/feb./16 - 11:45
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