El monasterio de Oseira acogía ayer la celebración de una sesión de pleno extraordinaria de la Academia de Farmacia de Galicia, que rindió homenaje a la comunidad de monjes por hacer posible la recuperación de la botica del cenobio, inaugurada durante el pasado mes de junio. Los académicos ensalzaron el esfuerzo de los mojes y en trabajo de ambientación muy bien realizado, al mismo tiempo que se refirieron a esta sesión como un hecho histórico, ya que es la primera que se desarrolla fuera de su sede.
La Academia de Farmacia de Galicia rindió ayer homenaje a la comunidad de monjes del monasterio cisterciense de Oseira que hizo posible la recuperación de la botica monacal. Su inauguración tenía lugar el día 25 del pasado mes de junio y, con tal motivo, los académicos celebraron ayer una sesión plenaria que calificaron de histórica por ser la primera que se desarrolla fuera de la sede.
La recepción de los 10 miembros de la Academia de Farmacia de Galicia (son en total 34), que se desplazaron hasta Oseira, tuvo lugar en la tarde del pasado viernes. En la mañana de ayer, se celebraba la sesión plenaria para dar paso a continuación al acto de descubrimiento de una placa conmemorativa en el interior de la botica.
El presidente de la Academia de Farmacia, Isaac Arias Santos, manifestó que entiendo que hemos conseguido que esta sencilla placa encierre una síntesis de valores, de sentimientos y, por qué no, de emociones, de muy alto significado. Por su parte, el abad del monasterio, Juan Javier Martín Hernández, mostró su agradecimiento por el apoyo de esta noble institución a esta iniciativa con la que, según señaló, se pretende poner en valor el pasado.
Historia
Al respecto, los asistentes al acto se refirieron a la escasa certeza que existe sobre la historia de la botica, de la que se sabe que funcionó dentro del cenobio, pero que en torno a 1622 fue trasladada a un edificio situado en el exterior.
Los académicos destacaron de las nuevas instalaciones la logra da ambientación y el trabajo y dedicación de la comunidad de monjes. En ese sentido, señalaron que el local en donde se ubicó es adecuado y que permitirá en el futuro su ampliación con nuevas donaciones.
La botica consta de dos partes. En una de ellas, se recrea el lugar en donde se recibía al público y se despachaban las pócimas y ungüentos. En esta dependencia, fue instalado un botamen moderno de Talavera, si bien sus rótulos son reproducciones del inventario de elementos de la botica que se conserva en el monasterio. La segunda dependencia corresponde a una sala reservada para el boticario y en ella se muestras ejemplares de Sargadelos del siglo XIX, originarios de la botica monacal de Oseira, apuntaron los académicos, que colaboraron en la recreación.
Un atractivo más en el circuito que realizan los visitantes
El presidente de la Academia de Farmacia de Galicia, Isaac Arias Santos, manifestó su deseo de trasladar la experiencia del monasterio de Oseira a otros de Galicia. Intentaremos conseguir la recuperación de las boticas de todos los monasterios gallegos, sentenció.
Los monjes de Oseira se encargaron de realizar los trabajos de reconstrucción durante todo un año en lo que era un viejo almacén y asesorados por farmacéuticos. La inversión rondó los 15.000 euros.
La botica viene a ser un nuevo atractivo dentro del circuito que realizan las numerosas personas que a diario visitan el monasterio cisterciense.
La ejecución del proyecto fue posible gracias al inventario de elementos de la botica realizado por el monje Antonio Benito Pérez a finales de 1821. Asimismo, la idea fue tomando forma gracias a la colaboración del farmacéutico de Vigo Miguel Álvarez Soaje y de los académicos Isaac Arias y Nicanor Floro.
Otra iniciativa que todavía se encuentra pendiente de ejecución en el monasterio tiene que ver con la habilitación de un albergue destinado a los peregrinos, en cuyo proyecto trabaja la Xunta, y que podría hacerse realidad en el 2010.
La recepción de los 10 miembros de la Academia de Farmacia de Galicia (son en total 34), que se desplazaron hasta Oseira, tuvo lugar en la tarde del pasado viernes. En la mañana de ayer, se celebraba la sesión plenaria para dar paso a continuación al acto de descubrimiento de una placa conmemorativa en el interior de la botica.
El presidente de la Academia de Farmacia, Isaac Arias Santos, manifestó que entiendo que hemos conseguido que esta sencilla placa encierre una síntesis de valores, de sentimientos y, por qué no, de emociones, de muy alto significado. Por su parte, el abad del monasterio, Juan Javier Martín Hernández, mostró su agradecimiento por el apoyo de esta noble institución a esta iniciativa con la que, según señaló, se pretende poner en valor el pasado.
Historia
Al respecto, los asistentes al acto se refirieron a la escasa certeza que existe sobre la historia de la botica, de la que se sabe que funcionó dentro del cenobio, pero que en torno a 1622 fue trasladada a un edificio situado en el exterior.
Los académicos destacaron de las nuevas instalaciones la logra da ambientación y el trabajo y dedicación de la comunidad de monjes. En ese sentido, señalaron que el local en donde se ubicó es adecuado y que permitirá en el futuro su ampliación con nuevas donaciones.
La botica consta de dos partes. En una de ellas, se recrea el lugar en donde se recibía al público y se despachaban las pócimas y ungüentos. En esta dependencia, fue instalado un botamen moderno de Talavera, si bien sus rótulos son reproducciones del inventario de elementos de la botica que se conserva en el monasterio. La segunda dependencia corresponde a una sala reservada para el boticario y en ella se muestras ejemplares de Sargadelos del siglo XIX, originarios de la botica monacal de Oseira, apuntaron los académicos, que colaboraron en la recreación.
Un atractivo más en el circuito que realizan los visitantes
El presidente de la Academia de Farmacia de Galicia, Isaac Arias Santos, manifestó su deseo de trasladar la experiencia del monasterio de Oseira a otros de Galicia. Intentaremos conseguir la recuperación de las boticas de todos los monasterios gallegos, sentenció.
Los monjes de Oseira se encargaron de realizar los trabajos de reconstrucción durante todo un año en lo que era un viejo almacén y asesorados por farmacéuticos. La inversión rondó los 15.000 euros.
La botica viene a ser un nuevo atractivo dentro del circuito que realizan las numerosas personas que a diario visitan el monasterio cisterciense.
La ejecución del proyecto fue posible gracias al inventario de elementos de la botica realizado por el monje Antonio Benito Pérez a finales de 1821. Asimismo, la idea fue tomando forma gracias a la colaboración del farmacéutico de Vigo Miguel Álvarez Soaje y de los académicos Isaac Arias y Nicanor Floro.
Otra iniciativa que todavía se encuentra pendiente de ejecución en el monasterio tiene que ver con la habilitación de un albergue destinado a los peregrinos, en cuyo proyecto trabaja la Xunta, y que podría hacerse realidad en el 2010.
