Medio Ambiente, Seprona y Confederación Hidrográfica recogieron muestras para analizarlas
La mortandad de peces en un tramo del río Arenteiro posterior a la depuradora de aguas residuales de Carballiño alertó ayer a la Consellería de Medio Ambiente y Seprona, cuyos agentes procedieron a recoger muestras de agua y de peces muertos para su posterior análisis con vistas a descubrir las causas. Los agentes exploraron un buen tramo del cauce en donde flotaban truchas y bogas muertas, localizadas en aproximadamente 500 metros río abajo a partir de las instalaciones de la depuradora.
Responsables de la Confederación Hidrográfica del Miño-Sil declaraban que estaban a la espera de recibir las muestras de agua que recogió el Seprona en el cauce y también en la desembocadura de la planta depuradora para enviarlos al laboratorio, al mismo tiempo que Medio Ambiente se hará cargo de examinar los peces muertos.
"Aún está por confirmar pero todo apunta a que ha sido consecuencia de la depuradora", señalaron fuentes del organismo, que también desplazó técnicos al lugar. El Concello de Carballiño estaba ayer a la espera de recibir noticias sobre lo sucedido, confiando en que los análisis revelen las causas. El grupo ecologista Outeiro declaraba que los peces perecieron por asfixia y que a ello contribuyó el vertido de la depuradora, "que alivia cargas residuais porque non ten capacidade para dar cobertura á poboación que ten hoxe o Carballiño", junto con la sequía que ha bajado el caudal y estancado el agua, lo que provoca una disminución del oxígeno.
Responsables de Viaqua, gestora de la depuradora, declararon que la mortandad ha sido algo puntual y que nada tiene que ver con las instalaciones que "funcionan correctamente", asegurando que no existe ningún vertido y que "todas las analíticas son correctas". Lo achacan a la falta de oxígeno en el agua del río (anexia") debido al bajo caudal por causa de la sequía, un problema que esperan que se solucione con la lluvia.
