Un informe señala que personal de la empresa redactó "la providencia que tenía que dictar el alcalde"
El Concello de Punxín tiene su protagonismo en el sumario de la operación Pokemon. La investigación judicial también pone el foco sobre la adjudicación del servicio a Aquagest en 2009, con una propuesta que obtuvo 85 puntos frente a los 30 obtenidos por otra empresa que concurrió al proceso. Los correos cruzados entre responsables de Aquagest desde 2008 centran uno de los tres informes que Vigilancia Aduanera realizó sobre el servicio. Los agentes concluyen que Aquagest pagó viajes al exalcalde Alfredo Cruz a Punta Cana, entre otros. Así, a través de los correos se deduce que la empresa "está de enhorabuena, al alcalde le sentaron bien las vacaciones" porque se puso al día en los pagos a la empresa.
Al iniciarse el proceso adjudicación de la gestión integral del servicio en 2009 , un técnico municipal firmó "oficialmente" el anteproyecto y pliegos técnicos y administrativos del proceso de concurso "pero la sucesión de correos indica que en realidad su redacción corrió a cargo de Aquagest", según Vigilancia Aduanera. "El personal de Aquagest no sólo se encargó de redactar la documentación del concurso municipal, sino que llegó a redactar los oficios que debería presentar el edil de obras y la providencia que tenía que dictar el alcalde y que luego firmó como suya", refleja el informe.
En los correos rastreados por Vigilancia Aduanera, el entonces alcalde Alfredo Cruz "pidió trabajo para uno de sus hijos", y antes de cambiar la duración de la concesión, solicitó que la empresa "despidiese a un operario para que pudieran subirle el sueldo a su hijo", lo que le valió el calificativo de "pirata" en uno de los "mails" entre cargos de Aquagest.
En otro informe se detalla que en el comité de expertos que resolvió el concurso, formado por tres personas, "hubo una absoluta falta de independencia" pues fueron propuestos por Aquagest "en beneficio propio". Así, la documentación incluye una factura pagada por Aquagest por la estancia de la arquitecta en un balneario de Oviedo, tras la firma del contrato entre empresa y ayuntamiento, en diciembre de 2009. Mientras, el técnico municipal obtuvo la adjudicación en 2010 del proyecto de ejecución para un complejo recreativo termal en Punxín, del que se investiga si fue pagado por dos administraciones.
