DIMISIÓN

El arcipreste se ocupará de las parroquias de Punxín y Freás

Su territorio eclesiástico es uno de los más importantes de la provincia y abarca un centenar de templos

Las campanas de las iglesias de Punxín y Freás repicaron este pasado martes como si de una fiesta se tratara. Sonaban para celebrar la renuncia de Jesús Conde, que fue el cura responsable de las dos parroquias durante los últimos tres meses. De esta forma, anunciaban a los vecinos que habían conseguido que dimitiera, después del enfrentamiento que tuvo con los feligreses el pasado domingo, negándose a escuchar sus quejas, por cuyo motivo le habían impedido la entrada a la iglesia. También, el pasado martes, una representación de los feligreses se reunía con los responsables del Obispado para pedir la renuncia del cura, que finalmente se confirmaba.

El arcipreste de Carballiño, José Ramón Hernández Figueiredo, que tiene cuatro parroquias, entre ellas la de Dacón, se hará cargo de Punxín y Freás. "A la espera de otro cura, la atención estará bajo mínimos, en casos de urgencia como funerales, bautizos o asistencia a enfermos graves", señaló José Ramón Hernández, quien reconoció que la situación es difícil dado que el arciprestazgo de Carballiño es uno de los más importantes de la Diócesis, con cerca de 100 parroquias y tan sólo 25 curas, por eso "atenderemos las necesidades imprescindibles", puntualizaba.

La nueva remodelación de la Dióceses incorporó parroquias, tras desaparecer arciprestazgos como el de Maside o el de San Cristovo de Cea, que pasaron a formar parte del de Carballiño, que abarca ahora la totalidad de los concellos de la comarca. Por eso, señalaba el arcipreste que "con 25 curas nos organizamos como mejor podemos, porque es uno de los arciprestazgos más importantes, tanto en población como en sacerdotes y número de parroquias".

En relación al conflicto de Punxín y Freás, José Ramón Hernández opinaba que "tuvo un triste desenlace. El pueblo lo tiene que estar pasando muy mal, después de lo que ha soportado por el problema que tienen del agua, y el enfrentamiento que tuvieron con el alcalde". Asimismo, señalaba que "estaban habituados a Don Emilio, que estuvo al frente de esas parroquias durante más de 30 años y el sustituto no podía atenderlas del mismo modo porque tiene otras cuatro, y al estar acostumbrado a una persona durante tanto tiempo, los cambios suelen ser difíciles".

El arcipreste concluyó manifestando que "ojalá no pasaran estas cosas, pero buscaremos el mejor arreglo para los feligreses y para la Iglesia".

El sacristán de Punxín, Jonatan Veiga, confirmaba que para el próximo mes de junio están previstos un bautizo en Freás y una comunión en Punxín. "Conteremos con el arcipreste o con otro sacerdote que designe", indicó, señalando también que está a la espera de que el Obispado le entregue las llaves de la iglesia, aunque los feligreses irán los domingos a misa a otras parroquias.

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