PRESENTÓ SU RENUNCIA

La presión de los vecinos hace dimitir al párroco de Punxín

La escasez de sacerdotes en la Diócesis de Ourense retrasará la sustitución por un nuevo cura

El cura Jesús Conde presentó formalmente el lunes por la tarde en el Obispado su renuncia a ser el párroco de Punxín y Freás, después de la rebelión de los feligreses, que le impidieron entrar en la iglesia el pasado domingo para oficiar la misa del mediodía. Una representación vecinal mantuvo en la mañana de ayer una reunión con el vicario de pastoral, José Pérez, y con el delegado diocesano de medios, Jorge Estévez, presentando una larga lista de quejas relativas al sacerdote, pese a que se había hecho cargo de ambas parroquias hace tan sólo tres meses.

Los responsables de la Diócesis escucharon a los vecinos y les comunicaron que Jesús Conde había contactado durante la tarde del pasado domingo con el obispo, José Leonardo Lemos, para comunicarle que iba a renunciar a continuar como párroco, poco después del enfrentamiento que había tenido con los feligreses al mediodía a la entrada de la iglesia. "La renuncia ha sido iniciativa suya, no a instancias del Obispado, porque consideró que la situación ya no le permitía seguir ejerciendo su labor pastoral", señalaba Jorge Estévez.

Ahora, ambas parroquias se quedarán sin sacerdote durante un tiempo, que no ha podido precisar el delegado diocesano, a la espera de que el arcipreste de la zona, que es el párroco de Dacón (Maside), solucione esta carencia. El delegado diocesano de medios reconoció que habrá que esperar una temporada para que los feligreses puedan contar con otro sacerdote: "Tardará pero no se trata de un castigo a estas parroquias, es que hay una gran escasez de curas y es preciso ver cómo se hace porque es muy complicado", aunque las urgencias, como bodas, bautizos o funerales estarán atendidas, indicó.

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