El próximo 12 de julio es una fecha señalada en el calendario del Centro Sociocomunitario de Carballiño. Y es que en ese día de 1985, las instalaciones del entonces denominado Centro de Servizos Sociais eran inauguradas por las autoridades autonómicas, provinciales y locales. Concretamente, los presidentes de la Xunta y de la Diputación de Ourense, Gerardo Fernández Albor y Victorino Núñez, respectivamente; el conselleiro de Traballo, el carballiñés Juan Corral Pérez, y el alcalde de la villa, Argimiro Marnotes.
En estos 25 años, el conocido popularmente como 'fogar dos maiores', ya que eran casi exclusivamente los jubilados y pensionistas de la comarca quienes lo utilizaban, pasó a ser un punto de encuentro donde también tienen cabida los jóvenes y los adultos que todavía están en edad laboral. 'Partindo de cero pasamos a ter uns 400 socios no primeiro ano, e agora xa andamos polos 2.100, e rexistramos unha media diaria de asistencia de 200 a 250 persoas na actualidade', señala Andrés Rodríguez, director de este centro que es dependiente de la Xunta de Galicia.
Los usuarios de las instalaciones suelen acudir por la mañana a leer el periódico mientras disfrutan de un café o un refresco en la cafetería, subir a la biblioteca o participar en una sesión de gimnasia de mantenimiento. Por la tarde, son habituales las partidas de naipes por parejas, si bien hay socios que prefieren ver la televisión o asistir a clases de teatro (hay un grupo dramático estable) o de canto (también se creó una pequeña agrupación polifónica). El programa de actividades se completó hace seis años con la creación de una aula estable de nuevas tecnologías, donde abuelos, padres y nietos comparten la navegación por internet, además del aprender a editar textos y enviar correos.
Los usuarios de las instalaciones suelen acudir por la mañana a leer el periódico mientras disfrutan de un café o un refresco en la cafetería, subir a la biblioteca o participar en una sesión de gimnasia de mantenimiento. Por la tarde, son habituales las partidas de naipes por parejas, si bien hay socios que prefieren ver la televisión o asistir a clases de teatro (hay un grupo dramático estable) o de canto (también se creó una pequeña agrupación polifónica). El programa de actividades se completó hace seis años con la creación de una aula estable de nuevas tecnologías, donde abuelos, padres y nietos comparten la navegación por internet, además del aprender a editar textos y enviar correos.
