Carballiño constata un leve repunte en la construcción

El Concello de Carballiño constata un ligero repunte en las transacciones inmobiliarias desde el año 2019, tras el desplome total en 2013, siendo prácticamente inexistentes las licencias solicitadas. En el año 2019, del total de transacciones inmobiliarias registradas por el Ministerio de Fomento, 77 corresponden a viviendas de segunda mano, mientras que las viviendas nuevas se sitúan en tan solo 13, siendo más del 92% viviendas de régimen libre, correspondiendo al tipo de vivienda protegida tan solo 9 de las llevadas a cabo ese año. El 2020 mostró unos datos similares de leve recuperación del sector, fundamentalmente en los últimos meses puesto que frente a las 13 y 16 viviendas que se compraron en el tercer y cuarto trimestre del año 2019, estas cifras se incrementaron hasta 24 y 25 en los respectivos trimestres, de las que solamente 7 fueron viviendas nuevas y las restantes de segunda mano. Según los datos que maneja el Concello, a partir del año 2019 también se observa una muy tímida recuperación de la solicitud de licencias de edificios, con un total de 6, si bien se trata de edificios de 2 a 4 plantas y pocas viviendas por planta, que nada tienen que ver con las grandes edificaciones construidas antes de la crisis generada por la burbuja inmobiliaria de 2009. El primer trimestre de 2021 parece afianzar esta nueva realidad del sector, aunque este año hay más construcción de viviendas unifamiliares nuevas y en menor medida la rehabilitación de las tradicionales existentes. Las parroquias más beneficiadas por este leve incremento de las licencias de obra para viviendas unifamiliares son las de Señorín, Arcos, Mesego y Partovia. En la mayor parte de las parroquias, con la excepción de Cabanelas, Banga y Barón, donde la escasa actividad deriva más hacia obras de reconstrucción y rehabilitación, se aprecian nuevas construcciones de viviendas unifamiliares. Historia Tras el boom vivido entre los años 2007 y 2009, momento en que prácticamente el 95% de las transacciones inmobiliarias registradas eran de vivienda nueva, frente al 5% de viviendas usadas, el sector entró en un letargo que llegó a su tasa más baja en el 2015. En ese año, hubo un total de 54 solicitudes de licencias de obras, la mayor parte de ellas para pequeñas reformas, un total de 20, y solamente 18 para construir nuevas viviendas, todas ellas unifamiliares, cayendo la construcción de edificios comunitarios hasta el punto de que no se llegó a presentar ninguna solicitud. De los datos se desprende que hasta el 2010 las inversiones se realizaban en grandes edificios, mientras que las viviendas unifamiliares apenas suponían el 20% del total ingresado por el Ayuntamiento. Además de este cambio de tendencia en el tipo de edificación, predominando de un modo abrumador las viviendas unifamiliares, también se aprecia desde el 2014 que las transacciones inmobiliarias son la mayoría de viviendas usadas frente a viviendas nuevas.