Con 25 años de experiencia al frente de la alcaldía de Boborás, sus ambiciones no se reducen a este municipio y aprovecha cualquier ocasión para hablar de reparto humanitario entre las naciones
Cipriano Caamaño se considera un idealista, que rechaza las desigualdades y ambiciona el estado de bienestar para sus vecinos de Boborás. Con 25 años de experiencia al frente de la Alcaldía, sus ambiciones no se reducen a este municipio y aprovecha cualquier ocasión para hablar de reparto humanitario entre las naciones, responsabilizando a gobiernos y grandes capitales de las injusticias.
Después de 25 años en la Alcaldía, ¿aún no es el momento del cambio?
Quería alcanzar ese cuarto de siglo, aunque está cerca una decisión. ¿Que es mucho tiempo para ser alcalde?, no es algo que yo haya decidido, más que nada es la voluntad de los ciudadanos. Siempre he sido una opción y mandato tras mandato me dieron su confianza, y para mí es una satisfacción. La sociedad reclama un referente humano, con vocación para mejorar tu entorno y te consideran justo.
¿A qué decisión se está refiriendo?
Yo estaré siempre al servicio de los ciudadanos aunque no siga de alcalde, pero ha llegado el momento de dar paso a otras personas con capacidad de vocación, compañeros de grupo para seguir trabajando con ilusión antes de que acabe el actual mandato municipal. Ahora están adquiriendo experiencia cara las próximas elecciones para que se presenten seguros, vayan contactando con los problemas reales de los vecinos, y puedan tener mayores garantías de salir elegidos.
¿Ha pensado quién le sucederá en la Alcaldía?
Eso no lo voy a decidir yo, se hará por consenso, como cada una de las personas del equipo fue consensuada en cada parroquia. Cuando llegue el momento trataremos de buscar la persona adecuada: responsable, cercana al pueblo, que sepa escuchar y priorizar.
En todos estos años ¿qué le ha producido mayor satisfacción?
No pude hacer todo lo que realmente quería, pero hay cosas de las que me siento satisfecho, como la dotación de servicios básicos al 100% y también me siento plenamente satisfecho de evitar la desaparición de Pazos de Arenteiro, que era casi un vertedero y hoy se ha recuperado y es un referente internacional como aldea turística, porque nada más abrir ya cuenta con visitantes de todo el mundo.
Una de mis principales debilidades está en lograr un potente grado de bienestar, porque este mundo está mal repartido y aunque mi aportación para cambiarlo sea insignificante. La culpa la tienen los gobiernos, sobre todo los de centro-derecha y el capital multinacional. Tenía que estar regulado ese capital, más repartido entre las naciones. Existe el hambre, las guerras, el maltrato, por la ambición desmedida, y la base está en las fortunas enormes y las leyes que hacen para no perderlas. Los ciudadanos tienen que estar más vivos y protestar, porque si queremos podemos cambiar el mundo y deberíamos hacerlo.
¿Qué planes tiene para Boborás?
Lo básico está hecho, así que hay que hacer un tanatorio, arreglar el polideportivo o hacer uno nuevo y dejar entre 6 y 10 viviendas sociales. También un multifuncional y un centro de mayores.
¿Le dará tiempo a todo antes de dejar la Alcaldía?
Quedarán programados proyectos y algunos en marcha, empezando por el centro de mayores y el tanatorio.
En los últimos años se ha producido un intercambio de denuncias entre usted y la oposición, ¿a qué se debe?
La oposición, sobre todo Move Boborás, tiene una obsesión: que me aparte yo para ponerse ellos, y sin hacer nada por el pueblo. Move tiene una especie de enfermedad política, instrumentaliza la justicia con argumentos retorcidos y busca condenas mediáticas porque no hay base para ninguna denuncia. Yo sé los intereses que hay por detrás y quien lo empuja.
También hay algunas sentencias pendientes. ¿No es cierto?
Sí, tengo sentencias pendientes pero repito que no hay base ninguna para las querellas y con ir a dar las explicaciones, después será el juez quien decida. No hay nada hecho con mala intención y sólo cabe esperar los resultados con tranquilidad.
¿Hay algo que le quite el sueño?
Por las falsedades de Move podría perder el sueño, pero estamos en un estado de derecho y justicia y por lo tanto la preocupación no existe. Tengo la conciencia tranquila, no tengo preocupación por nada y vivo en un remanso de paz, de cercanía con la gente, porque mis acciones siempre fueron hechas de buena fe, atendiendo a la gente más necesitada y siendo un Concello con plena transparencia.
¿Y la situación financiera?
Es buena, somos de los pocos ayuntamientos que tenemos más dinero que deudas, por lo que se puede afrontar el futuro con todas las garantías de estabilidad.
Usted anunció una bajada del IBI pero la oposición afirma que está engañando a los ciudadanos. ¿Cómo se entiende eso?
Los de Move están siempre en contra de todo y no van nunca a reconocer que se bajen los impuestos ya sea por un ejercicio de cinismo o porque no saben hacer números. No pueden comparar el IBI, al que bajamos el tipo, de lo contrario los vecinos pagarían más, con las tasas, porque no tiene que ver una cosa con la otra. Antes de irme el tipo impositivo quedará rebajado al mínimo permitido por la ley. En cuanto al coste de la recogida de basura, si el ciudadano paga 58 euros y el servicio vale 115, la diferencia la aporta el concello. Se paga casi el 50% y así no repercute a cada vecino y eso también es una forma de rebajar la carga tributaria.
