La protectora de animales Arume ha acogido este año a más de 300 mascotas, entre perros y gatos, doblando el número en relación al 2020. En estos momentos tienen 60 perros y 30 felinos repartidos entre las casas de las socias y de voluntarios, además de residencias y guarderías que pagan de sus bolsillos. La situación es insostenible, según declaraba Beatriz Míguez en el transcurso de la presentación de una campaña de recaudación de fondos, que impulsa el Centro Comercial Aberto. Una campaña solidaria que desarrollan cada año y que en esta ocasión va dirigida a la protectora, una vez detectados los problemas que tiene para mantener a los animales abandonados, enfermos y necesitados de atención veterinaria e incluso de intervenciones quirúrgicas.
El abandono de los perros tras la temporada de caza sigue siendo el principal motivo del incremento, a lo que hay que añadir las salidas de vacaciones y, en esta ocasión, una nueva causa, el regreso a la normalidad después del confinamiento que también ha dejado a muchos animales desamparados.
Arume recoge a todos aquellos que no pueden sobrevivir en la perrera provincial. Se trata de cachorros, algunos que aún necesitan biberón y, sobre todo, perros viejos, enfermos o heridos que nadie quiere adoptar.
Con esta campaña se buscan familias de adopción y también fondos. La gerente del CCA, Noelia Mares, y el presidente, Julián Garriga, animaron a colaborar. Un total de 63 establecimientos asociados se han sumado y pedirán un donativo a sus clientes, que también entrarán en un sorteo de dos vales de compra de 50 euros cada uno donados por el CCA y cinco estuches de vino Pazo Tizón.
