El Concello de Carballiño y tres colectivos ecologistas se denuncian mutuamente por causa de la perrera. Un grupo de cinco personas accedió ayer a las instalaciones sin autorización, alertados por la existencia de una fosa de enterramientos.
Las asociaciones ecologistas Amigos da Terra, Adega y Matar por matar non denunciaron la existencia de una fosa con perros muertos en la perrera municipal de Carballiño. Cinco representantes de estas entidades se presentaron en la mañana en las instalaciones ubicadas en A Medela para comprobar in situ la información que habían recibido sobre la alta mortandad de los animales y su enterramiento en un foso, que ellos consideran ilegal, y en el que se está utilizando cal para descomponer los cadáveres, según matizaron los ecologistas.
Sin embargo, una vez que accedieron al interior de la perrera, se encontraron con los operarios de la misma que les interceptaron el paso. Los responsables del recinto declararon al respecto que as instalacións están abertas a todo o mundo pero non para que veñan a inspeccionar e miralo todo de malas formas como fixeron eles, xa que incluso increparon ós operarios. Los representantes de las tres asociaciones aseguran que el foso es de gran magnitud y que los cadáveres de perros y cachorros están a la vista, al mismo tiempo que incidieron en el fuerte olor que desprende y que se percibe a varios metros de dis tancia. En consecuencia, los ecologistas se dirigieron al cuartel de la Guardia Civil en donde presentaron una denuncia para que el Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) realice las investigaciones oportunas. Posteriormente, una patrulla de la Guardia Civil se desplazó hasta el lugar para hacer fotografías y levantó acta sobre las condiciones en que se encuentran los animales.
Los ecologistas aseguraron que a denuncia irá ó Xulgado porque pensamos que esa fosa é ilegal e se está incurrindo nun delito medioambiental, insistiendo en que se pueden producir filtraciones contaminantes a la tierra, aparte del mal olor que desprende.
Asimismo, llaman la atención sobre la mortandad que se ha producido desde que el colectivo ecologista Outeiro dejó la gerencia de este servicio y fue asumido por el Concello de Carballiño en el pasado mes de enero. Consideran que los perros están mal cuidados, y que no han sido clasificados teniendo en cuenta su tamaño y agresividad.
La concejal de Medio Ambiente, María José Pérez, declaró que los perros están bien alimentados y cuidados permanentemente por cuatro trabajadores, incluso sábados y domingos. Al respecto de la existencia de la fosa, matizó que hace dos meses que no se está utilizando, ya que los cadáveres se meten en bolsas y se almacenan en un congelador para ser recogidos por una empresa especializada. Por ese motivo, el Concello presentaba también su correspondiente denuncia en base a la entrada sin autorización de los ecologistas en las instalaciones.
Sin embargo, una vez que accedieron al interior de la perrera, se encontraron con los operarios de la misma que les interceptaron el paso. Los responsables del recinto declararon al respecto que as instalacións están abertas a todo o mundo pero non para que veñan a inspeccionar e miralo todo de malas formas como fixeron eles, xa que incluso increparon ós operarios. Los representantes de las tres asociaciones aseguran que el foso es de gran magnitud y que los cadáveres de perros y cachorros están a la vista, al mismo tiempo que incidieron en el fuerte olor que desprende y que se percibe a varios metros de dis tancia. En consecuencia, los ecologistas se dirigieron al cuartel de la Guardia Civil en donde presentaron una denuncia para que el Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) realice las investigaciones oportunas. Posteriormente, una patrulla de la Guardia Civil se desplazó hasta el lugar para hacer fotografías y levantó acta sobre las condiciones en que se encuentran los animales.
Los ecologistas aseguraron que a denuncia irá ó Xulgado porque pensamos que esa fosa é ilegal e se está incurrindo nun delito medioambiental, insistiendo en que se pueden producir filtraciones contaminantes a la tierra, aparte del mal olor que desprende.
Asimismo, llaman la atención sobre la mortandad que se ha producido desde que el colectivo ecologista Outeiro dejó la gerencia de este servicio y fue asumido por el Concello de Carballiño en el pasado mes de enero. Consideran que los perros están mal cuidados, y que no han sido clasificados teniendo en cuenta su tamaño y agresividad.
La concejal de Medio Ambiente, María José Pérez, declaró que los perros están bien alimentados y cuidados permanentemente por cuatro trabajadores, incluso sábados y domingos. Al respecto de la existencia de la fosa, matizó que hace dos meses que no se está utilizando, ya que los cadáveres se meten en bolsas y se almacenan en un congelador para ser recogidos por una empresa especializada. Por ese motivo, el Concello presentaba también su correspondiente denuncia en base a la entrada sin autorización de los ecologistas en las instalaciones.
