El grupo de gobierno comunicó a los vecinos del barrio de Flores el inicio del proceso encaminado a peatonalizar este entorno, en donde están los orígenes de Carballiño. La medida está cargada de polémica entre los mismos residentes, que manifestaron opi niones totalmente enfrentadas. El Concello realizará un estudio para establecer el perímetro peatonal, al mismo tiempo que pretende ensanchar una calle como alternativa al tráfico. Asimismo, el alcalde anunció medidas para erradicar el botellón de esta zona.
Una reunión con los vecinos ha sentado las bases para el proyecto de peatonalización del barrio de Flores, en donde están los orígenes de Carballiño. El Concello está dando los primeros pasos para la ejecución de esta medida que se presenta cargada de polémica, tanto por parte de algunos residentes de esta zona, como por las consecuencias que acarreará en general para la circulación vial del casco urbano.
El alcalde Carlos Montes y el concejal de Tráfico, José Antonio Barge, participaron en un debate abierto con más de 40 vecinos, hosteleros y comerciantes divididos inicialmente a favor o en contra de la peatonalización. Las autoridades buscan el consenso y se mostraron firmes sobre la intención de retirar la circulación del entorno más emblemático del pueblo.
Perímetro
En ese sentido, señalaba el regidor municipal que se acometerá un estudio para delimitar el perímetro peatonal, al mismo tiempo que acordaba con los vecinos que el barrio continuaría estando abierto a los conductores residentes y para la carga y descarga de mercancías. Asimismo, una buena parte de los asistentes a la reunión expresaron su deseo de que la peatonalización no implique un incremento de las terrazas de la hostelería como ha ocurrido en otras calles.
A peatonalización do barrio de Flores estará supeditada o ensanche da rúa Alexandre Bóveda, para que poda ter doble sentido, e para o que temos que convocar ós veciños e propietarios con vistas a executar esas obras, sentenció Carlos Montes.
Por otra parte, autoridades y residentes coinciden en la necesidad de buscar una solución a la concentración de jóvenes durante los fines de semana en el barrio. El Concello pretende erradicar el botellón en esta zona y limpiar las pintadas que invaden las fachadas y muros. Al respecto, los responsables municipales indicaron que se analizarán todas las posibles medidas legales que se puedan adoptar para acabar con una situación que preocupa a la población.
