Las denuncias por incumplir los horarios dificultan la unión de la hostelería

Las gestiones realizadas por la directiva provisional de la Asociación de Hosteleiros de Carballiño para la captación de afiliados están resultando baldías, debido a los enfrentamientos existentes derivados del control de los horarios de cierre de los establecimientos. Así, los directivos se encuentran con dificultades para integrar a bares, cafeterías, taperías, restaurantes, pubs y discotecas, tal y como promueve el concejal de Turismo y Comercio, Manuel Dacal.
El problema estriba en el cruce de denuncias entre varios propietarios de locales de copas durante la ‘movida’ de los fines de semana, algo totalmente ajeno al funcionamiento de los negocios de restauración. El último caso se registró este pasado sábado, cuando una discoteca ubicada en la calle Chamoso Lamas cerró sus puertas a la hora fijada en la normativa -las 6.00 de la mañana del domingo-, mientras dos pubs de la misma zona -cuya clausura es a las 4.30 horastodavía permanecían abiertos.

Reunión

Esta situación, que se repite cada semana, motiva desconfianza entre los propietarios y repercute negativamente en el objetivo del Concello carballiñés, ‘que é aglutinar nun mesmo colectivo ós representantes de tódolos sectores da hostelería’, señala Manuel Dacal. Este responsable municipal, junto al alcalde, Carlos Montes, y los jefes de Guardia Civil y Policía Local, han convocado para las seis de la tarde una reunión en la Casa Consistorial, con el fin de informar a los titulares de todos los establecimientos sobre la necesidad de acatar la ley sobre horarios de la Xunta, que data del año 2005. La ausencia de control de esta normativa por parte de las autoridades municipales motivó -el pasado 2 de abriluna denuncia de la Federación de Empresarios de Salas de Fiesta, Baile y Discotecas.

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