Una carballiñesa, de 29 años de edad, fue detenida por segunda vez desde el pasado mes de mayo por la Guardia Civil, como sospechosa de apropiarse de documentación y tarjetas bancarias para hacer compras, sacar dinero y solicitar créditos a nombre de sus víctimas.
La Guardia Civil de Carballiño detuvo por segunda vez desde el pasado 26 de mayo a María del Pilar S.F., de 29 años, vecina de la villa, como presunta autora de un delito de hurto de correspon dencia y tarjeta de crédito tras la denuncia presentada por la propietaria, a la que una entidad bancaria le reclamaba el abono de un crédito que no había solicitado.
La sospechosa intentó conseguir el número secreto de la tar jeta mediante una llamada a la entidad bancaria. Los empleados le comunicaron que pasara a recogerlo y ella les indicó que se lo dejaran en un sobre cerrado en un bar. Ante la posibilidad de que pudiese ser una estafa, fue avisada la Guardia Civil, que dispuso de un dispositivo de vigilancia para localizar a la persona que solicitaba los datos bancarios. De esta forma, la detuvieron en el bar, y la identificaron como la presunta autora de la sustracción de documentación y tarjetas de crédito que le habían sido intervenidas durante el pasado mes de mayo. En la actualidad, la Guardia Civil investiga cerca de una veintena de cartas de entidades bancarias que recibía a nombre de sus víctimas y en un buzón de un vecino ausente. Además de disponer de las tarjetas para hacer compras y sacar dinero, también pedía créditos.
La sospechosa intentó conseguir el número secreto de la tar jeta mediante una llamada a la entidad bancaria. Los empleados le comunicaron que pasara a recogerlo y ella les indicó que se lo dejaran en un sobre cerrado en un bar. Ante la posibilidad de que pudiese ser una estafa, fue avisada la Guardia Civil, que dispuso de un dispositivo de vigilancia para localizar a la persona que solicitaba los datos bancarios. De esta forma, la detuvieron en el bar, y la identificaron como la presunta autora de la sustracción de documentación y tarjetas de crédito que le habían sido intervenidas durante el pasado mes de mayo. En la actualidad, la Guardia Civil investiga cerca de una veintena de cartas de entidades bancarias que recibía a nombre de sus víctimas y en un buzón de un vecino ausente. Además de disponer de las tarjetas para hacer compras y sacar dinero, también pedía créditos.
