El Juzgado de Instrucción y Primera Instancia número uno de Carballiño decidió el archivo provisional de la denuncia presentada por el colectivo ecologista 'Outeiro' contra las asociaciones Adega y 'Matar por matar non' por un presunto delito de injurias y calumnias acerca de la gestión de la perrera municipal. Las dos entidades ecologistas habían puesto en cuestión la administración, tanto de fondos públicos como del bienestar de los animales por parte de 'Outeiro', grupo que consideró tales críticas como ofensivas y por ese motivo interpuso la querella el 4 de febrero de 2009.
Sin embargo, la jueza Ana María Gómez, instructora del caso, considera que dichas críticas pueden enmarcarse perfectamente dentro del derecho de expresión y de información, a la vez que entiende que no se actuó de mala fe y, en consecuencia, decretó el sobreseimiento provisional de la causa, tal y como había solicitado el Ministerio Fiscal. El presidente de 'Matar por matar non', Xulio Fernández, recuerda que 'tanto nós como Adega tiñamos claro que os xestores de Outeiro e o propio Concello do Carballiño poderían ter incurrido nunha malversación de fondos'.
Concretamente, en referencia a las obras de mejora de las instalaciones de A Medela, 'que recibiron unha subvención de 250.000 euros da Consellería de Medio Ambiente e que non foron executadas', añade Xulio Fernández, ya que en diciembre de 2008 el refugio de animales carecía todavía de agua corriente y energía eléctrica.
La edil de Facenda, Inmaculada Ucha, señaló entonces que se habían licitado obras por 150.000 euros, y que los restantes 100.000 se habían destinado a pequeñas reformas, a través de una adjudicación directa. Fue precisamente en enero de 2009 cuando el Concello carballiñés se vio obligado a asumir la gestión de la perrera, de acuerdo con el acuerdo tomado por la Corporación municipal, con los votos mayoritarios de PP y BNG, retirando así al grupo 'Outeiro' las atribuciones de gestión que tenía otorgadas.
RECURSO
La decisión del Juzgado carballiñes sobre el archivo de la causa fue recurrida por los asesores jurídicos de 'Outeiro' ante la Audiencia Provincial de Ourense, si bien hasta el momento no hubo un pronunciamiento definitivo sobre el asunto. Al respecto, Francisco Valeiras, presidente de 'Outeiro', apuntó ayer que 'aínda descoñecemos a resolución do recurso, pero o noso avogado presentouno cando nós tiñamos as nosas dúbidas, é dicir, tampouco queriamos ir en contra doutras asociacións ecoloxistas'. Los responsables de este colectivo mantienen que las labores realizadas en la perrera, desde su puesta en funcionamiento en el año 2001, siempre fueron voluntarias, llegando al punto de tener que sufragar de su propio bolsillo los gastos de manutención y atención sanitaria de los animales.
Concretamente, en referencia a las obras de mejora de las instalaciones de A Medela, 'que recibiron unha subvención de 250.000 euros da Consellería de Medio Ambiente e que non foron executadas', añade Xulio Fernández, ya que en diciembre de 2008 el refugio de animales carecía todavía de agua corriente y energía eléctrica.
La edil de Facenda, Inmaculada Ucha, señaló entonces que se habían licitado obras por 150.000 euros, y que los restantes 100.000 se habían destinado a pequeñas reformas, a través de una adjudicación directa. Fue precisamente en enero de 2009 cuando el Concello carballiñés se vio obligado a asumir la gestión de la perrera, de acuerdo con el acuerdo tomado por la Corporación municipal, con los votos mayoritarios de PP y BNG, retirando así al grupo 'Outeiro' las atribuciones de gestión que tenía otorgadas.
RECURSO
La decisión del Juzgado carballiñes sobre el archivo de la causa fue recurrida por los asesores jurídicos de 'Outeiro' ante la Audiencia Provincial de Ourense, si bien hasta el momento no hubo un pronunciamiento definitivo sobre el asunto. Al respecto, Francisco Valeiras, presidente de 'Outeiro', apuntó ayer que 'aínda descoñecemos a resolución do recurso, pero o noso avogado presentouno cando nós tiñamos as nosas dúbidas, é dicir, tampouco queriamos ir en contra doutras asociacións ecoloxistas'. Los responsables de este colectivo mantienen que las labores realizadas en la perrera, desde su puesta en funcionamiento en el año 2001, siempre fueron voluntarias, llegando al punto de tener que sufragar de su propio bolsillo los gastos de manutención y atención sanitaria de los animales.
