La instalación de una máquina expendedora de café en la Casa do Concello de Carballiño está generando cierto recelo entre los propietarios de establecimientos de hostelería del entorno de la Plaza Mayor, que de lunes a viernes se nutren de una clientela fija de las 40 personas que trabajan en el edificio municipal.
El aparato en cuestión, que sirve, por un módico precio de 0,50 euros, todas las preparaciones de café posibles (solo, con leche, descafeinado o capuchino, entre otros), fue colocado el pasado viernes en la segunda planta del Consistorio, siguiendo las indicaciones del equipo municipal de gobierno. 'Foi unha petición dos propios funcionarios, xa que moitos dixeron que por causas do traballo non tiñan tempo de saír fóra', apuntó el alcalde, Argimiro Marnotes.
PÉRDIDAS
Sin embargo, los hosteleros de la zona consideran que la citada máquina 'pode representar para nós unha competencia desleal, sobre todo tendo en conta a diferencia de prezo', indicó Manuel Rodríguez, gerente de una cafetería de la calle Aldara. 'Aínda é cedo para comprobalo, pero co tempo imos perder clientes', indica José Castro, camarero de un bar en la calle Caridad. En el perímetro de la Plaza Mayor están abiertos unos 20 bares, mesones y cafeterías, que cobran el café a precios que oscilan entre los 0,80 y los 1,10 euros, dependiendo de la categoría del establecimiento y del tipo de variedad elegida por el consumidor.
Los propietarios consultados coinciden en afirmar que 'pagamos os nosos impostos e taxas ó Concello, e non vemos ben que sexa éste o que aínda reste afluencia nestes tempos de crise'. El regidor carballiñés reitera que 'pareceume unha boa idea para dar servizo ós empregados municipais', en referencia a la máquina expendedora. Marnotes, en cambio, no entró a valorar si el funcionamiento de ésta repercutirá en los negocios del exterior.
PÉRDIDAS
Sin embargo, los hosteleros de la zona consideran que la citada máquina 'pode representar para nós unha competencia desleal, sobre todo tendo en conta a diferencia de prezo', indicó Manuel Rodríguez, gerente de una cafetería de la calle Aldara. 'Aínda é cedo para comprobalo, pero co tempo imos perder clientes', indica José Castro, camarero de un bar en la calle Caridad. En el perímetro de la Plaza Mayor están abiertos unos 20 bares, mesones y cafeterías, que cobran el café a precios que oscilan entre los 0,80 y los 1,10 euros, dependiendo de la categoría del establecimiento y del tipo de variedad elegida por el consumidor.
Los propietarios consultados coinciden en afirmar que 'pagamos os nosos impostos e taxas ó Concello, e non vemos ben que sexa éste o que aínda reste afluencia nestes tempos de crise'. El regidor carballiñés reitera que 'pareceume unha boa idea para dar servizo ós empregados municipais', en referencia a la máquina expendedora. Marnotes, en cambio, no entró a valorar si el funcionamiento de ésta repercutirá en los negocios del exterior.
