El alcalde de Carballiño, Argimiro Marnotes, asegura que si el anterior gobierno local socialista tuvo que abonar multas reclamadas por el Tribunal Superior de Xustiza de Galicia (TSXG) por no ejecutar el derribo de los seis áticos y 36 trasteros del antiguo hotel Rogelia se debió a que no supo atender los requerimientos del referido tribunal. Marnotes afirma que 'en estes dous anos non recibín ningunha multa porque se foi mandando a documentación relativa a que se estaba traballando para executar o derribo, segundo a sentencia'.
Además, critica al mismo grupo socialista por intentar un acuerdo de indemnización con los demandantes, lo que 'non eximia ó Concello de que calquera puidese reclamar a execución da sentencia que era firme'. Por ese motivo, las autoridades municipales dirigieron una consulta al TSXG, que les informó que había que derribar en cualquier circunstancia, aunque 'podría estudiarse se fose xustificado técnicamente'. Así fue como se encargó el proyecto por importe de 37.200 euros, 'polo que a oposición nos acusou de exceso de gasto', indicó Marnotes, que asegura que fue el que convenció al tribunal sobre la inejecutabilidad del derribo, porque ya señalaba que la estructura del edificio no se ajustaba a la normativa de seguridad vigente y que, en consecuencia, la demolición afectaría a todo el inmueble.
Marnotes acusa al ex alcalde, Manuel Vázquez, de prolongar el conflicto para utilizarlo como arma arrojadiza contra el PP, teniendo en cuenta que la obra se autorizó durante el mandato de su padre, y de dejarle el problema sin resolver al siguiente regidor, Carlos Montes, 'que pudo ser un dos motivos do seu desánimo', añadiendo que en 2011, 'o Carballiño mudou dun goberno desganado a outro con ganas de solucionar'.
Marnotes acusa al ex alcalde, Manuel Vázquez, de prolongar el conflicto para utilizarlo como arma arrojadiza contra el PP, teniendo en cuenta que la obra se autorizó durante el mandato de su padre, y de dejarle el problema sin resolver al siguiente regidor, Carlos Montes, 'que pudo ser un dos motivos do seu desánimo', añadiendo que en 2011, 'o Carballiño mudou dun goberno desganado a outro con ganas de solucionar'.
