"Mantener un año más el Belén Viviente de Dacón es todo un logro", afirma Ana Otero, la artífice de que en el 2019, la recreación del nacimiento de Jesús volviese a celebrarse en la Carballeira da Garrida, después de algunas ediciones en que fundamentalmente por falta de tiempo y voluntarios que asumiesen la dirección se había trasladado a la iglesia. Sin embargo, desde entonces el Belén de Dacón se representa en su lugar original y para ello se contará con entre 90 y 100 vecinos de la localidad que asumirán sus respectivos personajes entre las 11,45 y las 14,00 horas el Día de Navidad.
Una niña de dos meses, Aroa Ferreira, de la misma parroquia de Dacón, será la protagonista principal junto a sus padres, Carlos Ferreira y Silvia Bravo, en los papeles de San José y María. Este año, la organización celebra el hecho de poder contar con un bebé menor de seis meses y además natural de la parroquia, ya que en algunas ocasiones fue necesario recurrir a familias foráneas e incluso a niños de más de un año.
Ana Otero cuenta con la participación de los vecinos, "nunca se sabe cuántos serán porque no hacemos ensayos y acuden los que quieren, lo bueno es pasar la mañana de Navidad juntos, un pueblo unido en un día especial, regalar ilusión y magia a todos los niños y mayores que quieran acercarse".
Aún así, los personajes principales como los Reyes Magos o Herodes, están asegurados, y también diferentes puestos artesanales y aquellos que van a ofrecer a los visitantes caldo de gallina, chocolate, pan recién hecho, chorizos y jamón, totalmente gratis.
El Concello de Maside se encarga de poner a punto la "carballeira", y allí los 15 jóvenes que organizan esta 32 edición ya cuentan con estructuras fijas construidas en piedra y madera como el pesebre, el castillo o el molino. Tampoco faltarán los animales: caballos, el burro y las ovejas, entre otros.
"Somos pocos, atareados, y víctimas de este siglo XXI donde el tiempo nunca llega a nada, pero no queremos que se pierda esta tradición de la Navidad gallega y queremos que los más peques puedan tener el mismo día de Navidad que nosotros disfrutamos cuando éramos pequeños y también queremos que los mayores, que trabajaron durante años en esta celebración, lo puedan seguir viendo", señala Ana Otero.