La antigüedad de las canalizaciones y un aumento de la presión fueron las causas de que un tramo de la red principal de abastecimiento de agua a Carballiño se rompiese, al mediodía de ayer, en la calle Curros Enríquez, dejando sin suministro a la mitad de la población de la villa (unas 10.000 personas en este mes de agosto).
La avería se produjo a las 12.30 horas, en el acceso peatonal a la Praza do Emigrante, junto a la terraza de la cafetería 'César', cuyos clientes se vieron obligados a abandonar el establecimiento por la inundación del pavimento. La fuerza del agua, que salía por una de las tapas asignadas para toma de incendios, arrastró tierra y arena del subsuelo hasta el cruce de la Rúa do Paseo y de la avenida Conde Vallellano, si bien no afectó a los sótanos o bajos de los locales comerciales ubicados en la zona.Un equipo de la empresa Aquagest, concesionaria del abastecimiento, llegó a la una del mediodía para proceder al corte de la traída, que se prolongó hasta media tarde.
SEIS HORAS
La falta de suministro tuvo especial incidencia en los 15 establecimientos de hostelería existentes entre el último tramo de la calle Curros Enríquez y la Rúa do Paseo, hasta la confluencia con la carretera a Ribadavia, y otros 20 más ubicados en las calles adyacentes. Los propietarios de estos negocios de hostelería no pudieron ofrecer a sus clientes café y y bebidas con hielo durante más de seis horas, y los inquilinos de los edificios del centro de la villa tampoco dispusieron de agua en ese periodo de tiempo. Los afectados del entorno de la avería apuntaron que 'dende que o Concello puxo novas beirarrúas e farolas, no verán hai roturas das tuberías case tódalas semanas, e só se poñen novas cando rompen, pero as canalizacións vellas que quedan nunca as repoñen'.
El alcalde carballiñés, Carlos Montes, señaló que 'o Concello non pode afrontar o investimento nunha nova rede integral de abastecemento, e por iso limitámonos á instalación de conduccións novas no caso de acometer un proxecto de reforma de rúas'.
SEIS HORAS
La falta de suministro tuvo especial incidencia en los 15 establecimientos de hostelería existentes entre el último tramo de la calle Curros Enríquez y la Rúa do Paseo, hasta la confluencia con la carretera a Ribadavia, y otros 20 más ubicados en las calles adyacentes. Los propietarios de estos negocios de hostelería no pudieron ofrecer a sus clientes café y y bebidas con hielo durante más de seis horas, y los inquilinos de los edificios del centro de la villa tampoco dispusieron de agua en ese periodo de tiempo. Los afectados del entorno de la avería apuntaron que 'dende que o Concello puxo novas beirarrúas e farolas, no verán hai roturas das tuberías case tódalas semanas, e só se poñen novas cando rompen, pero as canalizacións vellas que quedan nunca as repoñen'.
El alcalde carballiñés, Carlos Montes, señaló que 'o Concello non pode afrontar o investimento nunha nova rede integral de abastecemento, e por iso limitámonos á instalación de conduccións novas no caso de acometer un proxecto de reforma de rúas'.
