Los propietarios no abrirán nuevas negociaciones, como exige la oposición
Los propietarios de la antigua ferretería Soto amenazan con derribar el edificio si persiste la oposición al acuerdo adoptado con el alcalde Argimiro Marnotes, para vender la propiedad al Ayuntamiento por 1.725.000 euros a pagar en seis anualidades. El portavoz de la sociedad declaró que no están dispuestos a iniciar nuevas negociaciones como pide el PSdeG y el BNG, y a los que también se ha sumado la candidatura Alternativa Veciñal, que incluso ha presentado ayer una moción para ser debatida por la próxima corporación para anular la transacción mientras no se cumplan determinadas condiciones. El portavoz recuerda que disponen de un permiso de derribo del año 2006.
Los propietarios temen, fundamentalmente, que el edificio pueda ser catalogado como un bien protegido, tras solicitarlo una arquitecta de la villa. Esta declaración les supondría, según dicen, pérdidas por más de 300.000 euros, al tener que respetar la fachada, así como las restricciones que se impondrían a la edificabilidad.
Los actuales propietarios compraron el edificio en diciembre de 2005, y en enero del siguiente año, el entonces alcalde, Carlos Montes, ya se mostraba interesado en conseguirlo. "Hicimos una hipoteca y contestamos al concello que podía comprarlo por lo que nos había constado más los gastos generados", señala el portavoz. Hubo un intento de llevar a buen término la negociación mediante una compensación en la construcción, pero no se ajustaba a las normas urbanísticas y no se pudo realizar.
Ahora han transcurrido 10 años de negociaciones y un año de contactos con Marnotes. Por eso, "no vamos a reanudar las negociaciones con el nuevo gobierno, no esperamos más. Con este acuerdo cuesta el mismo dinero que hace 10 años, más los intereses de la hipoteca", matizó.
