El rastreo en el lugar donde apareció una calavera en Boborás no obtuvo resultados

La Guardia Civil de Carballiño realizó en la mañana de ayer un concienzudo rastreo en el entorno en el que un vecino de Boborás halló este pasado sábado una calavera. Los agentes ejecutaron las excavaciones del terreno en un radio aproximado de 150 metros, partiendo de la carballeira en donde estaban los restos humanos, a unos 200 metros de algunas casas de la localidad. Fuentes de la investigación confirmaron que no se encontró ninguna otra parte del esqueleto, ni tan siquiera los dientes que faltaban en el cráneo y que hubieran facilitado la extracción del perfil de ADN para identificar a la persona.
Será ahora el Instituto Anatómico Forense de Madrid el que se encargue de realizar las pruebas correspondientes a fin de comprobar si la calavera coincide con el ADN de alguna de las personas que figuran en el programa nacional de desaparecidos.

Fuentes cercanas a la investigación indicaron, no obstante, que consideran improbable que se logre la identificación, teniendo en cuenta que el cráneo, en apariencia, es bastante antiguo, aunque habrá que esperar al informe pericial forense para comprobar la fecha de fallecimiento.

Entre las hipótesis que se barajan no se descarta que pueda tratarse del hombre que había sido enterrado en los montes de Boborás en el siglo XIX, según figura en un documento de la parroquia de Xuvencos y que se encuentra en el Archivo Diocesano de Ourense.

Por el momento, y a la espera del mencionado informe pericial, la Guardia Civil daba por concluido ayer el rastreo para la búsqueda de más restos.

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