El alcalde considera necesario aprovechar la notable demanda y la próxima distinción de Denominación de Origen

Arnoia desea impulsar la producción de pimiento y reabrir la cooperativa

Las vecinas de Arnoia se encargan de preparar los pimientos durante la fiesta.
El pimiento de Arnoia está a punto de conseguir el distintivo de Denominación de Origen, según apuntó el alcalde de este municipio, José Fariñas. El regidor considera esta circunstancia una buena razón de peso para impulsar la producción que ha caído en picado en los últimos años, fundamentalmente, por falta de relevo generacional. En consecuencia, las autoridades locales consideran que apremia la adopción de medidas encaminadas a lograr que el pimiento de Arnoia vuelva a tener una presencia más o menos relevante en el mercado.
Un primer paso, indició Fariñas que sería la reapertura de la cooperativa, que funcionó en este municipio durante casi 40 años y que hace tres cesó en su actividad de cultivo y distribución del pimiento. 'Como socio que fun da cooperativa sei que a demanda era moito máis grande ca producción, pero non había xente que traballara para satisfacela e acabou cerrando', manifestó José Fariñas. En la actualidad, el Concello trabaja en contacto con algunos vecinos en su recuperación, teniendo en cuenta que las instalaciones todavía están en buen estado y que nunca llegó a darse de baja.

Antiguos socios afirman que el pimiento se vendía más fácil y a mejor precio a través de la cooperativa que a título particular. Lugo era la principal provincia receptora, en plazas de abasto y fruterías, llegando a comercializar hasta 20.000 kilos semanales de pimiento de Arnoia. La producción anual rondaba los 500.000 kilos en la cooperativa, que contaba con 120 socios (sólo 40 eran agricultores), y sin contabilizar casi otro medio centenar de productores particulares.

Fue hace 31 años cuando se ponía en marcha la fiesta de exaltación, que todavía perdura hoy, aunque las circunstancias han cambiado. Las 12 hectáreas de cultivo de hace 20 años, quedaron reducidas a tan sólo cinco, en manos de una treintena de vecinos que utilizan el pimiento como una fuente de ingresos complementaria a otras actividades.

No obstante, el alcalde se mostraba optimista porque durante el pasado año un grupo de jóvenes empezó a cultivar. Eso, en opinión de Fariñas, es una buena señal para poder retomar la cooperativa. Al respecto, insistió en las ventajas que se obtienen en el mercado y también en otros aspectos como el de disponer a un coste más bajo de todos los productos necesarios para obtener una buena cosecha.


FINCA MUNICIPAL

La drástica reducción en la producción podría llegar a poner en peligro la continuidad de la ya tradicional Festa do Pemento, que se celebra a principios de agosto, si no fuera porque el Concello dispone de una finca de 4.000 metros cuadrados, cuya producción acaba siendo consumida prácticamente en su totalidad durante la fiesta. En el caso de que sobre, no hay ningún problema, porque según aseguran los vecinos de Arnoia, los pimientos siguen teniendo una importante demanda y sólo es cuestión de intentar satisfacerla e incluso incrementarla en el futuro.

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