A última hora de la mañana, recorrida la sinuosa carretera que lleva al pueblo de Avión, lo primero que sorprende es ver las calles despejadas, sin la ingente cantidad de vehículos aparcados que cubren las calles y entradas a residencias en lo que sería un verano normal dentro de la localidad ourensana. La zona cuenta con una larga tradición de emigración mexicana, que este año ha visto frenada las celebraciones y la afluencia de visitantes por causa del covid.
En la gasolinera del pueblo se percibe un ambiente animado. Los presentes compran y repostan comentando las novedades que trae el fin de semana, y se paran un segundo para atender las preguntas acerca de cómo viven el verano los habitantes de la región.
"Ha vuelto bastante gente de México, aunque no se ve tanto movimento como en años anteriores", explica Andrés Iglesias, un habitante de la aldea cercana Vilar, mientras compra un par de bebidas en la tienda de la gasolinera y detalla cómo afronta la gente la falta de actividades de ocio veraniego que hay en el municipio: "Hoy teníamos celebración en la aldea, pero bueno, es lo que toca. Todo el mundo tiene la comida familiar en su casa, pero la fiesta, como tal, no se celebra".
Ana Barros, la gasolinera del lugar, comenta que "non se van facer festas grandes, nin a mexicana nin a nosa de San Roque", ya que "con esto do confinamento, ven pouca xente", y la que vino, "é a que se foi a pasar o Nadal cos parentes. A cousa está mal".
Iván, un joven que da una vuelta por la plaza del pueblo, se resigna a pasar sus vacaciones tirando de improvisación: "Algunos colegas volvieron de México, pero la mayoría se quedaron allá. Poco puedes hacer. Al río creo que no te dejan ir, la piscina municipal está cerrada, no hay fiestas populares... La gente está resignada, se la ve más apagada. Por lo menos llegó la fibra óptica al pueblo".
"De momento levámolo ben. Non tivemos contaxios, e a xente que volve fai cuarentena voluntaria ou fan PCR e tests"
Poco, pero algo hay
En las terrazas de los bares, la gente se resguarda de las altas temperaturas que reinan en la zona tomando algo y aprovechando para pasar tiempo en compañía.
"Quitando as festas, é un verano normal e corrente. Deberíades vir á noite, está esto cheo", asevera Fé, dueña del bar Barqueiro, que no duda en enumerar todas las opciones que siguen existiendo para pasar el tiempo en Avión: "Podes ir de compras, ó río, á praia fluvial, ós bares... De momento levámolo ben, non tivemos ningún contaxio, e pese a que facer cuarentena non é obrigatorio, moita xente que veu faina voluntariamente, ou fai tests e PCR, para deixar tranquila á familia. Todos temos algún parente maior".
Antonio Montero, alcalde de Avión, suscribe las opiniones de sus vecinos: "Lo que han dicho es exactamente lo que hay". El regidor afirma que "será un año de reuniones familiares y de amigos", más que de fiestas, aunque reconoce que "existen actividades que siguen haciéndose porque no concentran a mucha gente", como la misa celebrada en Abelenda por la patrona de Santa Mariña, o una charanga contratada para pasar por las calles amenizando el ambiente.
Dan las 14,00, e Iván, conduciendo su patinete a lo lejos, expresa el sentir general del pueblo: "Es jodido, pero es lo que toca".
