Castrelo de Miño alberga el primer "henge" –también conocido como rueda– registrado de la provincia ourensana, una construcción prehistórica que data de hace unos 4.500 o 5.000 años. El geólogo vigués Óscar Pazos Rodríguez descubrió la estructura de casualidad y no dudó en acercarse al Alto de Cerdeiriñas para verlo en directo. "Estudando as pegadas mineiras na zona fixeime nos mapas de pendentes, e logo atopei unha foto do ano 57 no que se ve perfectamente a roda -imagen inferior-", explica el geólogo.
El monumento cuenta con un diámetro de 110 metros y una suave elevación del terreno de medio metro. "Puido empregarse para realizar medidas astronómicas, para observar o paso do carro solar", cuenta Pazos.
Pero hoy en día el "henge" de Castrelo está cubierto de pinos -muchos de ellos inclinados, por falta de espacio para las raíces– y lo atraviesa una pista forestal. Además, en su interior se construyó un depósito de agua. "É un monumento impresionante que aguantou máis de catro mil anos, pero se seguimos así non aguanta dez máis, non está coidado como merece, é un desastre", asegura. En las proximidades del "henge" hay una empresa maderera, un riesgo más para la estructura prehistórica, que no resiste al paso continuo de maquinaria.
"É moi necesario investigar a súa historia e que un grupo de arqueólogos o estude e diga que actividades se poden facer aí", añade el geólogo, que ya avisó a Patrimonio de su descubrimiento, para activar "canto antes" el protocolo de protección del monumento arqueológico.
"Fai anos os veciños de Castrelo probablemente sabían da súa existencia, pero a despoboación e o abandono do rural tamén supón que se esquezan ese tipo de estruturas", señala el geólogo.
El de Castrelo de Miño es el primer henge encontrado en la provincia ourensana, pero en Galicia ya se han descubierto varias de estras estructuras neolíticas, en lugares como Forcarei (Pontevedra) o Barreiros (Lugo).
