El Concello de Castrelo de Miño, tras localizar las averías, acometerá la reparación de los tramos problemáticos
El Concello de Castrelo de Miño ha conseguido reducir al mínimo las fugas del agua de la traída que hasta hace pocos meses ocasionaban pérdidas de hasta 40.000 litros por día. No obstante, el alcalde, Avelino Pazos, reconocía que todavía están pendientes de las reparaciones de dos de los tramos de la red que más problemas están ocasionando, ya que a las averías fácilmente localizadas en la superficie se añaden otras que provocan la fuga del agua por el subsuelo y que son las más difíciles de detectar.
A las autoridades municipales les preocupa en gran medida este problema, sobre todo debido a la sequía que soportan durante la época estival, especialmente en el pasado verano en que el Concello se vio obligado a suministrar con cisternas algunos depósitos.
Por ese motivo, se acometerán obras de reparación en la localidad de Paradela y entre Souto y San Pedro. “Son as zonas máis afectadas e por iso as máis vixiadas”, puntualizaba el regidor.
Se trata de un proyecto para el que se requiere una inversión de 48.000 euros, que será financiada por la Diputación provincial de Ourense. Asimismo, los responsables municipales prevén la instalación de nuevos contadores para controlar la entrada y salida del agua de los depósitos, con el fin de saber si continúan las fugas y en qué lugares.
Avelino Pazos señala que las pérdidas prácticamente están controladas en su totalidad y la situación aún mejorará más una vez finalizadas las obras en esos dos tramos.
El Concello ponía en marcha un sistema de localización de fugas hace algo más de un año, mediante ultrasonidos y contando en las averías más complicadas con el apoyo de la empresa Aquaourense. A partir de ahí, se llevan a cabo las reparaciones, evitando la fuga y pérdidas del agua. Por otra parte, en este concello también se está a la espera del permiso de la Confederación Hidrográfica del Miño-Sil para acometer el proyecto de la nueva captación en el río Miño, con la que espera acabar con la escasez que soportan en épocas de sequía y también con la contaminación de arsénico en parte del municipio, que han solucionado provisionalmente mediante un sistema de filtros.
