La provincia se resiste a decir adiós al Entroido. Tras el parón que supuso la pandemia, ni la lluvia ha podido este año con los festejos en honor a don Carnal. Y si no, que se lo pregunten a los vecinos de Cortegada que, ante la amenaza de lluvia para el gran desfile fijado inicialmente para el 12 de marzo, pospusieron las celebraciones hasta ayer. “Con permiso del triángulo mágico, esta es la gran fiesta de la provincia”, trasladaba el alcalde de Cortegada, Avelino Luis de Francisco, quien cifró en 450 los participantes en la celebración que tuvo a “O Zamarruco” como figura tradicional.
Una comitiva fúnebre bailando al compás de Alaska, una sidrería móvil, vikingos por la paz, y hasta representantes de la Fórmula 1 se sumaron al evento organizado por el Concello “y que pretendemos instaurar el sábado siguiente a la última celebración del Entroido de la provincia, para que todos puedan venir y disfrutar de la fiesta y del municipio”, dijo el regidor, quien resaltaba la inyección económica que esto supone para bares, restaurantes y alojamientos, algunos de los cuales ayer colgaron el cartel de completo.
La celebración arrancó puntual a las cinco de la tarde con el desfile de comparsas y la participación de 17 grupos llegados desde Amoeiro, Crecente, Gondomar, Tomiño o Vigo, además de los grupos locales, que ejercieron de perfectos anfitriones en una celebración que concluyó en la Praza da Feira, con la entrega de premios de concurso de disfraces, y la quema del “meco”. Los actos continuaron después en el pabellón, con una fiesta amenizada el grupo Fusión y con hinchables para los niños.
