Los ecologistas valoraron ayer positivamente el hallazgo de los buitres en A Serra do Faro, por un lado porque se trata de una colonia de al menos 25 individuos cuando hasta ahora únicamente se habían visto ejemplares aislados, y por otro porque los avistamientos, hasta el momento, habían sido de leonados e incluso algún alimoche, pero nunca del buitre negro.
Ambas circunstancias fueron precisamente las que sorprendieron a los dos agentes de Medio Ambiente que llevan un mes observándolos y que recogieron uno de los buitres negros que estaba desnutrido para trasladarlo al Centro de Recuperación de Fauna do Rodicio, que recibía por primera vez un ave de estas características.
Aunque en un número mucho más reducido, en esta sierra ya se habían visto buitres. Un joven de Melón, José Antonio Lorenzo, recuerda que hace un año subió al monte a ver las vacas que habitan en libertad en este entorno, y se encontró con cuatro de aquellas aves, 'pero iban volando y desconozco de qué clase eran'. El joven había avisado por entonces a Pablo Rodríguez Oitabén, el responsable del bosque Ridimoas, quien señaló que 'no llegamos a investigarlo', añadiendo que 'hace años recogí algunos buitres desnutridos, pero siempre eran leonados'.
En palabras del naturalista Francisco Valeiras, presidente del Grupo Outeiro 'se trata de una buena noticia; aunque en la zona se habían avistado buitres con anterioridad el número de ejemplares era menor'. Juanjo Alvarez, también de Outeiro, señala, por su parte, ' que han sido las políticas de tratamiento de animales muertos impuestas desde Europa y la propia Xunta, las que dificultaron la expansión de estos ejemplares, así como la alimentación de córvidos. Frenar el discurrir normal de la naturaleza es muy propio de nuestras consellerías y ministerios de medio ambiente'. Según el naturalista Fernando Berezo, persona conocedora de A Serra do Faro, ' desde hace cinco años se están viendo ejemplares en la misma zona, que seguramente se acercan desde Zamora en su zona limítrofe con Ourense, de todas formas sólo un buen estudio de seguimiento puede asegurarlo'.
La noticia del avistamiento de esta especie en la Serra do Faro llevó a la zona a un buen número de curiosos, que intentaban localizar la esquiva ave y que pudieron observar, además del paisaje, otro tipo de rapaces que anidan en la sierra. Los miembros de los grupos ecologistas señalaban ayer que posiblemente la afluencia de curiosos se incremente en los próximos días, debido al interés que suscitan este tipo de rapaces, una circunstancia que podrían aprovechar los municipios en los que se encuentra enclavada la sierra como aliciente en sus planes turísticos.
Aunque en un número mucho más reducido, en esta sierra ya se habían visto buitres. Un joven de Melón, José Antonio Lorenzo, recuerda que hace un año subió al monte a ver las vacas que habitan en libertad en este entorno, y se encontró con cuatro de aquellas aves, 'pero iban volando y desconozco de qué clase eran'. El joven había avisado por entonces a Pablo Rodríguez Oitabén, el responsable del bosque Ridimoas, quien señaló que 'no llegamos a investigarlo', añadiendo que 'hace años recogí algunos buitres desnutridos, pero siempre eran leonados'.
En palabras del naturalista Francisco Valeiras, presidente del Grupo Outeiro 'se trata de una buena noticia; aunque en la zona se habían avistado buitres con anterioridad el número de ejemplares era menor'. Juanjo Alvarez, también de Outeiro, señala, por su parte, ' que han sido las políticas de tratamiento de animales muertos impuestas desde Europa y la propia Xunta, las que dificultaron la expansión de estos ejemplares, así como la alimentación de córvidos. Frenar el discurrir normal de la naturaleza es muy propio de nuestras consellerías y ministerios de medio ambiente'. Según el naturalista Fernando Berezo, persona conocedora de A Serra do Faro, ' desde hace cinco años se están viendo ejemplares en la misma zona, que seguramente se acercan desde Zamora en su zona limítrofe con Ourense, de todas formas sólo un buen estudio de seguimiento puede asegurarlo'.
La noticia del avistamiento de esta especie en la Serra do Faro llevó a la zona a un buen número de curiosos, que intentaban localizar la esquiva ave y que pudieron observar, además del paisaje, otro tipo de rapaces que anidan en la sierra. Los miembros de los grupos ecologistas señalaban ayer que posiblemente la afluencia de curiosos se incremente en los próximos días, debido al interés que suscitan este tipo de rapaces, una circunstancia que podrían aprovechar los municipios en los que se encuentra enclavada la sierra como aliciente en sus planes turísticos.
