VITICULTURA

La etiqueta de los ribeiros deberá indicar el tipo de uva

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photo_camera La gerente del Consejo Regulador, Cristina Alcalá, durante la presentación de las contraetiquetas.

El Consejo Regulador del Ribeiro pretende que el consumidor distinga las variedades de calidad

Los vinos de la cosecha 2016 de la Denominación de Origen Ribeiro saldrán al mercado entre los meses de marzo y abril con mayores garantías de calidad para el consumidor. El Consejo Regulador incorpora este año dos novedades importantes para "un nuevo escenario actualizado a la realidad de O Ribeiro, en donde se apuesta por las variedades autóctonas y donde el consumidor tiene derecho a saber cuáles son las variedades de más calidad", apunta la gerente, Cristina Alcalá.

Se trata de un importante cambio tanto en las etiquetas como en las precintas de certificación o contraetiquetas. Para las primeras, ya está en vigor el nuevo pliego de condiciones de la Denominación de Origen Ribeiro, actualizado por el Consejo Regulador y aprobado por la Administración autonómica. Los bodegueros y "colleiteiros" están obligados a reflejar en las etiquetas de sus respectivas marcas el tipo de uva utilizada, ya sean preferentes, por lo que podrán hacer constar que es un vino de "castes", o autorizadas, que no son autóctonas. Esta diferencia distingue lo que son vinos de alta gama con una línea de precios distinta a los otros, que siendo buenos vinos, no son de uvas autóctonas.

Así, hasta ahora, sólo se distinguían blancas y tintas, en adelante las etiquetas deberán indicar si son preferentes blancas: Treixadura, Torrontés, Godello, Albariño y Loureira, incorporando también por primera vez el Lado y Caíño blanco. También las preferentes tintas: Caíño longo, Caíño bravo, Caíño tinto, Ferrón, Sousón, Mencía y Brancellao.

En cuanto a las autorizadas blancas se acepta el Palomino y Albillo, y se elimina el Macabeo; y en las tintas: Garnacha tintorera y Tempranillo.

Además, con este nuevo pliegue de condiciones se reconocen dentro de la Denominación los vinos espumosos, que se suman a las otras tipologías de "castes", tostado, de barrica y a los vinos de uvas autorizadas.

La segunda novedad tiene que ver con las contraetiquetas que se imprimen en la Real Casa de la Moneda, Fábrica Nacional de la Moneda y Timbre. Incluye diversas medidas de seguridad como tinta visible con respuesta fluorescente, microtextos integrados en el diseño o aplicación de foil en condiciones especiales y con seguridad añadida. Todo ello para evitar las falsificaciones.

Las contraetiquetas estarán a disposición de los productores a partir del 6 de febrero, al mismo tiempo que ya podrán solicitar la aprobación de las respectivas etiquetas al Consejo Regulador.

Emilio Docampo (bodega Casal de Paula) es uno de los "colleiteiros" que ya recoge en las etiquetas de los vinos las variedades de uva que utiliza y que "sólo son preferentes", puntualiza. Este productor pocos cambios tendrá que introducir en su etiquetado, aunque esperará a finales de marzo para pedir la aprobación del Consejo Reguladora, con el fin de confirmar los grados que tendrán sus vinos. Las "castes", ahora en depósitos separados , se mezclarán ya en las botellas para entregar a los distribuidores en torno al mes de mayo.

Reducción de los kilos de uva por hectárea

El nuevo pliego de condiciones, que modifica el de 2012, también introduce un importante cambio en lo relativo a la cantidad de uva. De momento, está autorizada una producción de 30.000 kilos por hectárea, pero los agricultores deberán ir reduciendo la cosecha para cumplir en 2018 con la nueva norma, que estipula 13.000 kilos por hectárea para blancas preferentes; 12.000 para tintas preferentes y 19.000 kilos por hectárea en uvas autorizadas. "La cantidad está reñida con la calidad y debemos cuidar la materia prima", matiza Alcalá.

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