Vecinos de la localidad de Costa Darriba, en el municipio de Castrelo de Miño, mostraron su preocupación por la muerte de seis gatos callejeros durante el pasado fin de semana. Los animales fueron envenenados, según pudieron constatar, al mismo tiempo que sospechan que se trata de una acción intencionada y llevada a cabo con "moi mala fe".
Costa Darriba es un pueblo habitado por cinco vecinos, entre ellos María Rosaura González Álvarez, que reside en esta aldea desde hace aproximadamente 12 años. Ella asegura que los gatos no son suyos, son callejeros, aunque reconoce que les daba de comer y los acogía en una casita que habilitó para que durmiesen. "Doulles de comer porque me dan pena, e incluso lles fixen unha casiña para dormir", señala. Esta vecina lamenta lo ocurrido, convencida de que alguien mató a los gatos "só para facer mal porque eles non estorban e incluso son moi beneficiosos porque nos libran de roedores e ata de culebras. Fai unhos días, un deles cazou unha bastante grande", añadía.
María Rosaura González asegura que los felinos agonizaron con mucho sufrimiento por causa del veneno
María Rosaura González no deja de lamentar lo ocurrido, teniendo en cuenta además que los animalitos sufrieron mucho para morir. "Cando vin os primeiros xa mortos, enterreinos sin saber o que pasara, ata que apareceron o resto agonizando con moito sufrimento", matiza.
Fue esta vecina de Castrelo de Miño quien contactó con el Servicio de Protección de la Naturaleza de la Guardia Civil (Seprona), sin embargo no llegó a presentar denuncia porque "había que facer un análisis para determinar a causa da morte e eso é moi caro, por iso pensei en facelo público, porque estou moi preocupada ao non saber quen o fixo". En ese sentido, señalaba que "sabendo quen foi o autor entón estaría ben en denuncialo para que pagase polo que fixo, pero non sabemos quen foi".
En total había en la aldea ocho felinos, de los que se han salvado dos, y por cuya vida temen los vecinos amantes de los animales porque no es la primera vez que se produce la muerte masiva por envenenamiento de los gatos callejeros, ya que según recuerda María Rosaura González, hace entre siete y ocho años que habían contado un total de 12 gatos muertos.
Por aquel entonces, se habían realizado los correspondientes análisis a través de una protectora de animales y habían revelado que se había utilizado veneno para provocar su muerte.
María Rosaura González espera que el Seprona acabe por descubrir al autor.
