Para cualquier persona que haya pasado por Ribadavia, seguro que la voz de Joel Montoya le resultará a familiar. Es muy frecuente ver a este joven artista de 24 años cantando reggaetón por la calle acompañado de su inseparable altavoz. Joel Montoya o “J. Montoya” como nombre artístico, lleva desde los 15 años animando la villa a ritmo de reggaetón. Empezó haciendo música desde muy pequeño, ya con 14 años cantaba las canciones de uno de sus ídolos: Daddy Yankee. Empezó a escuchar este estilo musical por el año 2002, influenciado por uno de sus tíos, que siempre le ponía canciones de este género. Al principio, sólo escuchaba las canciones, pero pronto se animó a cantar y enseguida se dio cuenta del buen feedback de los que lo rodeaban.
El altavoz es un símbolo del artista J. Montoya. Lleva desde los 15 años recorriéndose las calles de Ribadavia con él a cuestas. A medida que él cumplía años, el aparato musical también. Cuenta que los inicios no fueron fáciles, que al principio mucha gente se reía de él o le miraban mal, pero que “ahora cambió la cosa, porque la gente ve que voy sacando mis temas y que estoy haciendo lo que me gusta”. Subraya que “mucha gente que antes se reía de mí, ahora viene a felicitarme por mis canciones”. A pesar de esto ha seguido adelante y quiere agradecer a su grupo de amigos y familia el haber estado apoyándolo desde el principio. Mientras hablamos, su hermano y manager Nahim Montoya, de 18 años, escucha la conversación atentamente. Joel dice que su hermano “es el que me ayuda y me lleva las cosas”. Ahora, a sus 24 años de edad, además de trabajar desbrozando y limpiando montes, dedica su tiempo libre a componer y tratar de mejorar cada día para hacerse un hueco en la escena musical actual. Comenta que en el trabajo le va genial “un ambiente muy bueno y con los compañeros súper bien”. Por ahora, la música no le da el suficiente dinero para vivir señala Montoya, quien añade “hay que trabajar para ganar dinero, para traer dinero para la casa y la familia”, parte de ese dinero que gana trabajando también lo invierte en su carrera musical. En un futuro, tiene en mente hacerse un pequeño estudio en casa, pero dice que es caro y tiene que seguir ahorrando.
J. Montoya señala que desde Ribadavia es difícil hacerse un hueco en la industria musical, pero él sigue intentándolo. “A mí eso nunca me tiró para atrás, el reggaetón es como un sentimiento que llevo dentro”. Ha sido entrevistado ya en varios programas de televisión y está contento que después de tanto esfuerzo los medios le den la oportunidad de presentarse a la gente. Lo que más le gusta de Ribadavia es que es muy bonita y que en la villa tiene unos buenos amigos y familia.
Cuando le pregunto si se liga más siendo artista, lo tiene claro “un poquito más sí se liga” aunque también señala “y eso que yo no estoy bueno ni nada, un poquito gordo” entre risas. Cómo empezó siendo muy joven, Joel Montoya quiere mandarle un mensaje a todos los jóvenes que quieran dedicarse a la música: “Que sigan, que crean en ellos mismos y que no le hagan caso a la gente que se ríe de ellos. Todo viene poco a poco, sólo hay que seguir trabajando”. El joven cantante habla de que hay que aprovechar y sacarle el máximo partido al talento que uno tiene, a pesar de lo que opinen los demás. Para junio tiene planeado sacar una nueva canción con videoclip titulada “Descontrolá” y cree que va a ser uno de sus mejores temas de este año. “Es un reggaetón muy veraniego, muy bueno para bailar”. Para acabar, Montoya explica que después de sus años dedicados a la música lo que más le haría ilusión sería “el ser una inspiración para otros jóvenes”. Le gustaría crecer, pero siempre disfrutando y con los pies en la tierra, sin subirse a una nube.
