Vecinos de Esposende afirman sentirse impotentes ante el aumento de jabalíes en este entorno, que este año más que nunca, destrozan los cultivos, sin que nada puedan hacer para evitarlo. Enrique Lago es uno de los afectados junto con otros muchos residentes de esta localidad de Ribadavia, en donde asegura que ya no se ven uno o dos ejemplares de vez en cuando como hace años, ahora acuden a las fincas en grupos de cinco o seis “y lo destrozan todo”, indica.
Los animales se acercan desde el monte hasta las casas a partir de las 22,00 horas y asaltan los cultivos de patatas, los frutales y también los racimos de uvas. Son fincas de pequeña superficie que no están cerradas, por cuyo motivo el jabalí accede sin ningún tipo de obstáculo “y cada vez son más y lo hacen en más ocasiones”, matizan los afectados.
El problema ya se remonta a hace tres o cuatro años, aunque en estos últimos meses se ha agravado en gran medida, porque además de comerse los frutos también derriban muros y causan importantes destrozos en los árboles frutales y en las cepas, como está sucediendo también en otras zonas de O Ribeiro como Beade, en donde están causando grandes daños en los viñedos más jóvenes, tal y como manifestaban los afectados.
Enrique Lago considera que se deberían autorizar más batidas para frenar la expansión del animal y, en su opinión, también sería conveniente realizar limpiezas forestales en el entorno del pueblo, que es donde se refugian, con el fin de mantenerlos más alejados, porque así “es imposible mantener las producciónes en estas fincas que son muy pequeñas por lo que es inviable cerrarlas todas”. Los vecinos esperan que las administraciones tomen medidas al respecto.
