El Concello de Leiro pone en marcha el tercer proceso de expropiación en los últimos 10 años de terrenos ocupados por el acceso al balneario de Berán, después de que dos sentencias del Tribunal Superior de Xustiza dieran la razón al propietario denunciante y obliguen al Concello a devolverlos.
El último recurso de casación presentado por la institución local justificaba la expropiación en base a la importancia de aprovechar las aguas termales y en el interés público de dicha explotación, justificaciones que no reconoció el Alto Tribunal. Ahora, el pleno aprobaba ayer iniciar un tercer proceso pero amparándose en que se trata de una calle contemplada en el Plan Xeral de Ordenación Municipal, aprobado el pasado verano.
La propuesta recibía el visto bueno del PP y del independiente, mientras el PSdeG y BNG se abstenían. El alcalde de Leiro, Francisco José Fernández, no realizó ninguna intervención al respecto del asunto del acceso, al mismo tiempo que comunicaba a la oposición que contestaría por escrito sus preguntas. Fue únicamente la concejala socialista, Maica Fernández, la que tomó la palabra, manifestando que 'todo esto é o resultado dunha mala xestión do Concello, de unha falta de previsión por non buscar outra opción para o acceso'. Los socialistas consideran que este proyecto del balneario 'so sirviu para xerar conflictos e enfrentamentos entre os veciños, perdéndose moitos anos de aproveitamento dunhas instalacións nas que se invertiron máis dun millón de euros e que xa están deterioradas', reprochando al alcalde que el Concello no actuase como conciliador en todo este proceso que 'xerou divisións no pobo'.
El Concello había realizado la primera expropiación en 2002, invirtiendo en torno a 9.000 euros.
La propuesta recibía el visto bueno del PP y del independiente, mientras el PSdeG y BNG se abstenían. El alcalde de Leiro, Francisco José Fernández, no realizó ninguna intervención al respecto del asunto del acceso, al mismo tiempo que comunicaba a la oposición que contestaría por escrito sus preguntas. Fue únicamente la concejala socialista, Maica Fernández, la que tomó la palabra, manifestando que 'todo esto é o resultado dunha mala xestión do Concello, de unha falta de previsión por non buscar outra opción para o acceso'. Los socialistas consideran que este proyecto del balneario 'so sirviu para xerar conflictos e enfrentamentos entre os veciños, perdéndose moitos anos de aproveitamento dunhas instalacións nas que se invertiron máis dun millón de euros e que xa están deterioradas', reprochando al alcalde que el Concello no actuase como conciliador en todo este proceso que 'xerou divisións no pobo'.
El Concello había realizado la primera expropiación en 2002, invirtiendo en torno a 9.000 euros.
