Un conocido restaurante del casco viejo ribadaviense, 'Birrán', ubicado en la Praza da Magdalena, acogió ayer la celebración de la Pascua Judía, 400 años después de que este ritual ancestral se desarrollará en la villa -su última celebración se remonta a entre 1590 y 1606, coincidiendo con el llamado 'proceso de Ribadavia' de la Inquisición contra un grupo de falsos conversos-.
A las ocho en punto de la tarde, los 36 comensales -judíos procedentes de Estados Unidos, Francia o la propia Ribadavia- recibieron su 'kita' o gorro tradicional hebreo, antes de acceder al comedor, donde degustaron el menú de la Pascua Judía. Entre los asistentes, los ocho miembros de una familia neoyorkina, los Henik, que viajaron miles de kilómetros para 'celebrar los 50 años de matrimonio de nuestros padres', afirmó Erika Henik, quien cuenta que fue su padre, Willy, quien supo de esta cena a través de 'un diario de Israel'.
Más de setenta años separaban al mayor de la familia, el abuelo Willy, con 77 años, de la más pequeña, una nieta de dos años y medio, pero todos conmemoraron esta fecha marcada en el calendario hebreo. También los acompañó el marido de Erika, Amihai, de origen israelí. 'Mis padres han viajado por todo el mundo y es una pena que hasta ahora no llegaran a Galicia', afirmó Erika, que aseguró que 'estamos disfrutando mucho'.
MENÚ TRADICIONAL
Un entrante a base de lechuga y apio, cuyas hojas eran mojadas en agua con sal, recordaba la esclavitud en Egipto. Después se dio paso a la sopa de siete verduras -entre ellas 'cebolla, judías, acelgas, garbanzos o zanahoria, sin nada de carne', explica Josefina González Pena, del Centro de Estudios Medievales-. Una pasta elaborada con frutos secos y vino, simbolizaba la masa de ladrillos que los judíos elaboraban durante su esclavitud en Egipto. La cena de Pascua tiene más peculiardidades: utiliza pescados que tengan aletas y escamas, y están prohibidas las bechameles y lasañas, así como el cerdo y sus derivados.
Tras la sopa de verduras, los componentes del coro ribadaviense que acompaña habitualmente la recreación de la boda hebrea de la Festa da Istoria interpretaron 'tres temas tradicionales de la cultura judía', señala González Pena.
Durante la celebración, los asistentes tomaron pan ácimo y vino kosher o purificado, que tuvo que ser traído de la Ribera del Duero. El catedrático hebreo Abraham Haim 'fue el encargado de desarrollar el ritual de purificación de los diversos platos y del vino', destaca la intregrante del Centro de Estudios Medievales.
Los sonidos propios del idioma hebreo volvieron a resonar entre las paredes de un edificio de Ribadavia, rememorando un rito ancestral, que los miembros del 'pueblo elegido' celebran el día 14 del mes de Nisan, que según el calendario lunar suele corresponder con el final de marzo o el comienzo del mes de abril, según explica Josefina González Pena.
Más de setenta años separaban al mayor de la familia, el abuelo Willy, con 77 años, de la más pequeña, una nieta de dos años y medio, pero todos conmemoraron esta fecha marcada en el calendario hebreo. También los acompañó el marido de Erika, Amihai, de origen israelí. 'Mis padres han viajado por todo el mundo y es una pena que hasta ahora no llegaran a Galicia', afirmó Erika, que aseguró que 'estamos disfrutando mucho'.
MENÚ TRADICIONAL
Un entrante a base de lechuga y apio, cuyas hojas eran mojadas en agua con sal, recordaba la esclavitud en Egipto. Después se dio paso a la sopa de siete verduras -entre ellas 'cebolla, judías, acelgas, garbanzos o zanahoria, sin nada de carne', explica Josefina González Pena, del Centro de Estudios Medievales-. Una pasta elaborada con frutos secos y vino, simbolizaba la masa de ladrillos que los judíos elaboraban durante su esclavitud en Egipto. La cena de Pascua tiene más peculiardidades: utiliza pescados que tengan aletas y escamas, y están prohibidas las bechameles y lasañas, así como el cerdo y sus derivados.
Tras la sopa de verduras, los componentes del coro ribadaviense que acompaña habitualmente la recreación de la boda hebrea de la Festa da Istoria interpretaron 'tres temas tradicionales de la cultura judía', señala González Pena.
Durante la celebración, los asistentes tomaron pan ácimo y vino kosher o purificado, que tuvo que ser traído de la Ribera del Duero. El catedrático hebreo Abraham Haim 'fue el encargado de desarrollar el ritual de purificación de los diversos platos y del vino', destaca la intregrante del Centro de Estudios Medievales.
Los sonidos propios del idioma hebreo volvieron a resonar entre las paredes de un edificio de Ribadavia, rememorando un rito ancestral, que los miembros del 'pueblo elegido' celebran el día 14 del mes de Nisan, que según el calendario lunar suele corresponder con el final de marzo o el comienzo del mes de abril, según explica Josefina González Pena.
