Los vecinos de Covelo recuperaron ayer con sobrada energía y mucho humor su ancestral Entroido, tras los dos años de paralización por causa de la pandemia. De nuevo se repetía el ritual en el que el Rey del Entroido, montado a caballo y acompañado por un amplio séquito, subía al Monte da Raña, defendiendo la corona para evitar que se acabe el Entroido. Danzantes y soldados se enzarzaban de nuevo en la lucha por la corona, que defendió el rey hasta proclamarse vencedor.
Abría la marcha un carro tirado de vacas, portando a los mecos Santo Entroido y Santa Entroida, a los que seguía el rey a caballo junto con los danzantes y los soldados, y otros personajes como el juez, el fiscal, un procurador, el portero y el bobo, entre otros.
Después de un recorrido en torno a los tres kilómetros regresaron a Covelo en donde otros vecinos les esperaban con dulces y bebidas para reponer fuerzas tras la lucha. También se organizaba la puja de diversos productos locales donados por los vecinos de Covelo como piezas de carne de cerdo, huevos, fruta y miel, entre otros. La recaudación por la subasta se reserva precisamente para la organización del Entroido del próximo año, una vez que el rey logró conservar la corona para que así suceda.
Ayer fue el día grande de la fiesta en este pueblo de Melón, si bien, ya tuvieron verbena el sábado y el domingo, despidiéndose el martes con la actuación del grupo Airiños da Firola.
