La Confederación Hidrográfica ultima el visto bueno al proyecto, que asciende a 320.000 euros
El nuevo campo de fútbol de hierba artificial de Ribadavia será una realidad antes de finales del presente año, una vez que la Confederación Hidrográfica do Miño-Sil ultima en la actualidad el pertinente expediente de autorización de la obra. Este extremo fue confirmado al Concello mediante un escrito remitido por el organismo de gestión de cuenca del Estado, en el que se detallan todos los elementos que contemplará la infraestructura, que será ubicada en el complejo deportivo de O Xestal, a orillas del río Avia.
Al respecto, el alcalde ribadaviense, Ignacio Gómez, señala que "nestes intres están a rematar o expediente relativo ó proxecto, que con toda seguridade será exposto ó público no vindeiro mes de setembro". En consecuencia, y transcurrido el plazo de un mes para la presentación de alegaciones, será el turno de convocar el concurso para adjudicar la ejecución de los trabajos, que corresponderá a la Deputación de Ourense. "Aínda que os terreos son de titularidade municipal, segundo o convenio que asinamos coa institución provincial, acordamos que sexa ésta á que se encargue dos trámites administrativos", apunta el regidor.
Así, Gómez prevé que las obras del nuevo campo sintético estén finalizadas en el mes de diciembre, contando con la partida que ha consignado el Concello de Ribadavia en los presupuestos para este año, que es de 100.000 euros, mientras la Diputación aportará la mayor cantidad, 220.000, completando el montante global de 320.000 euros.
La construcción de este estadio fue reclamada a nivel ciudadano como una necesidad básica para los equipos de fútbol base existentes en el municipio y en la comarca, teniendo en cuenta que el anterior campo artificial había sido clausurado en 2016 por el Ministerio de Fomento, tras ser detectada la caída de diversos materiales desde la autovía A-52 (Rías Baixas), cuyo viaducto pasa por encima de las antiguas instalaciones. La propia Confederación Hidrográfica había llevado a cabo las obras de delimitación de los terrenos en 2003, mientras la Diputación lo dotaba de hierba artificial en 2011.
No obstante, la caída de algunos objetos en varias ocasiones desde el viaducto, en su mayoría producto de accidentes de tráfico, obligó al vallado de 25 metros del campo de juego en 2015, que perdía así en aquella época sus medidas reglamentarias para la práctica del fútbol en la villa.
