Fue en el verano de 2016 cuando un grupo de vecinos alarmado por las goteras en Santo Domingo, constituyó la asociación Amigos del Patrimonio Religioso de Ribadavia, encaminada al mantenimiento y rehabilitación de la arquitectura religiosa de la villa.
Desde entonces y pese al exiguo número de vecinos que secundó el proyecto, se realizaron en los templos distintas intervenciones como la restauración del camarín central con sus imágenes, junto con la renovación de la instalación eléctrica en la iglesia parroquial (2016); se procedió también a las limpiezas de elementos vegetales en las fachadas de San Juan (2017) y Santiago (2018) así como al barnizado de los bancos y balaustrada de la capilla del Portal, junto con la limpieza de su retablo, y a la iluminación del campanario de Santiago.(2018) Más recientemente colaboró con la parroquia en la importante intervención realizada (2019) en el interior de San Juan. Estas obras inabarcables en su totalidad para los recursos del colectivo, contaron con la ayuda de aportaciones anónimas.
Dichos templos, en su mayoría medievales, junto con el Barrio Judío, declararon a Ribadavia en 1947 Conjunto Histórico Artístico, siendo la primera población ourensana en ostentar tal distinción. Anteriormente en 1931 Santo Domingo, uno de los templos mejor conservados del llamado gótico gallego, fue catalogado como Monumento Histórico Artístico.
Fue el reconocimiento a la excelencia de su arte y su dilatada historia, convulsa en la Desamortización que la hizo objeto de la rapiña e incuria, y cuya Comisión encargada de valorar los monumentos de la comarca estuvo a punto de "cargársela" al no considerarla digna de ser conservada. Fue cuando el ayuntamiento solicita al Estado (…) el convento y templo de Santo Domingo para reparar las próximas ruinas que en él amenazan. Una vez de titularidad municipal, un grupo de vecinos entusiastas inicia la reposición de su tejado.
En 1888 precisó nuevas intervenciones y nuestros bisabuelos, mediante suscripción pública, lograron reunir para tal fin 400 pesetas decimonónicas, que junto a otras donaciones institucionales hicieron realidad las obras.
La presente imagen, cedida por la parroquia, nos muestra el interior del templo tras las últimas lluvias. La asociación Amigos del Patrimonio cuenta con un informe técnico en el que se expone la urgente necesidad de reparar su techo, (2019) dicho estudio fue presentado ante el ayuntamiento y la Xunta, enviando esta última a los técnicos de Patrimonio, estando actualmente en espera de su pronunciamiento. Las dos entidades públicas mostraron su apoyo a dicha obra, pero las circunstancias que estamos sufriendo priorizan lógicamente, las atenciones sanitarias. Es ahora cuando los ribadavienses del siglo XXI, tan orgullosos de su propiedad, debieran mirarse en los vecinos de hace 133 años cuya cuestación popular, con la distancia que imponen los años y con las debidas calculadoras de inflación, pondrá colorados a los indolentes del 2021. La historia no los absolverá.
